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domingo, 15 de marzo de 2015

UNA VEZ MÁS EL REALITY SHOW





Espectáculos

Domingo 15 de marzo de 2015

Entrelíneas

La tragedia detrás del show

Por Marcelo Stiletano | LA NACION

   En los años 80 pasó por la televisión argentina un éxito grande en frasco bien pequeño. Se llamaba El país que no miramos y sus emisiones de escasos minutos condensaban con mucha destreza la historia y el retrato de algún lugar, paraje, reducto o hito de la Argentina, de esos que pasan inadvertidos ante nuestros ojos hasta que la pantalla nos revela su condición de secreto bien guardado.

Tres décadas después quizá valga la pena retomar aquel título y aplicarlo a otro tiempo histórico y mediático, aunque el punto de partida mismo de esta idea se nos haga intolerable. La televisión que no miramos es lo que aparece en medio de la bruma y del dolor de un accidente incomprensible, el que cobró diez vidas en un paraje casi inaccesible de la provincia de La Rioja.

Allí, en la tarde del martes pasado, chocaron en el aire dos helicópteros en plena tarea de filmación de un reality show llamado Dropped, éxito indiscutido del género en Francia. En el hecho murieron diez personas, entre ellas, tres deportistas muy queridos en ese país, campeones en sus especialidades y triunfadores olímpicos. También perecieron cinco integrantes del equipo de producción y los dos pilotos argentinos.

Dropped es uno de los muchos ejemplos de una televisión que no miramos sencillamente porque se produce en la Argentina para ser exclusivamente vista en otros países. Por cuestiones de costos o de características de producción, nuestro país funciona como escenario de programas que probablemente jamás llegarán a los hogares argentinos, pero que en otros países serán vistos por millones de personas. Así viene ocurriendo desde hace algunos años con un rango amplio de reality shows que van desde los espantosos juegos de Fear Factor (cuya razón de ser es el regodeo morboso en los miedos y las fobias de los participantes) hasta los desafíos deportivos extremos de El conquistador del fin del mundo.

Dropped pertenece por definición a esta última categoría, tal vez el desprendimiento más exitoso del género más joven de la TV, surgido en 1999 con el primer Gran Hermano. Producido por el gigante europeo Zodiak Media (dueño de 45 productoras en 15 países y un archivo de programación propia de más de 20.000 horas) a partir de un formato original de origen sueco, este gran éxito de la televisión verdad en Francia invita a un grupo de famosos (por lo general estrellas deportivas) a instalarse dentro de un helicóptero con los ojos tapados, sin saber dónde serán depositados (de allí el título del programa, en inglés). Sólo pueden quitarse la venda al llegar a tierra firme y descubrir que sólo están rodeados por naturaleza pura. Sin mapas ni ayudas tecnológicas deberán salir en busca de un enchufe para cargar el teléfono, primer símbolo de reencuentro con la civilización. El que llega primero, gana.



En ese trámite estaban la nadadora Camille Muffat, la regatista Florence Arthaut y el boxeador Alexis Vastine cuando se produjo el impacto entre las dos máquinas en el cielo riojano. Se preparaban para descender y exponer (más allá de su preparación) toda la debilidad de un ser humano privado de recursos frente al poder de la naturaleza. En este sentido, Dropped se aproxima peligrosamente a las retorcidas fórmulas de Fear Factor.

Los cruces entre ambas dimensiones (la exploración del límite máximo de la resistencia humana y el sensacionalismo morboso) se fueron haciendo cada vez más constantes, por más que sus responsables y muy probablemente buena parte de la propia audiencia se resistan a aceptarlo. Allí están como prueba algunas de las ideas más extremas que la TV reciente se animó a poner en el aire en la búsqueda del máximo realismo posible.

Tal vez el más crudo e incomprensible de todos los programas sea Born in the Wild, un reality documental que acaba de lanzar en Estados Unidos el canal Lifetime (la première fue el 3 de marzo) y que sigue al detalle a un grupo de mujeres embarazadas y resueltas a dar a luz en medio de la naturaleza y sin ningún tipo de ayuda médica.

Una versión igual de incómoda de este modelo, pero un poco más frívola y provocativa, es Naked and Afraid, que desde 2013 produce Discovery y que obliga a una pareja a sobrevivir en algún lugar cercano al estado puro de naturaleza completamente desnuda y sin otra ayuda que un mapa y un solo ítem a elección. La experiencia transcurrió en lugares como Tanzania, la selva amazónica, las islas Maldivas, Borneo y hasta la zona selvática montañosa ubicada en el límite entre la Argentina y Bolivia.

También hay nudistas voluntarios en el reality show de supervivencia más popular de Italia, L'isola dei famosi, que este año cumplió sus 10 temporadas consecutivas. Cada año una decena de famosos se instala en una isla (por lo general ubicada en algún lugar de América Central) y quien llegue más lejos en los desafíos de supervivencia (deben construirse su propia casa y procurarse el alimento, entre muchos otros objetivos) obtendrá la mayor recompensa.

Este año, el elenco de figuras de L'isola dei famosi contó con nuestra conocida Charlotte Caniggia y un detalle inesperado: la francesa Catherine Spaak, recordada protagonista de Il Sorpasso, apenas llegada a la isla de este año, en Honduras, tuvo su "bautismo" con una furibunda tormenta y decidió abandonar el programa sin esperar ni siquiera el primer capítulo. Ya de regreso en Roma, al enterarse de la tragedia de sus coterráneos en La Rioja, dijo: "Yo fui muy criticada por la prensa porque me fui. La verdad es que tenía miedo de morir. Y acerca de lo ocurrido en la Argentina sólo voy a decir una cosa: se trata de una tragedia anunciada".



El testimonio de Spaak se sumó al debate que se desató casi al mismo tiempo en Francia, en Italia y en el mundo anglosajón luego de la tragedia de La Rioja. En medio de ese hervidero no dejan de conocerse reproches a las productoras francesas de este tipo de programas, que al parecer están empeñadas en sacar el máximo provecho del atractivo de la TV verdad con el mínimo costo posible. Y no fueron pocos los que recordaron el infausto antecedente de Koh-Lanta, equivalente francés de Survivor, el más longevo de los reality shows de su tipo. El 22 de marzo de 2013, Gérald Babín, uno de los participantes, murió de un infarto en Camboya. Poco después se suicidó el médico oficial del programa.

Detrás del gran show de la realidad televisada, concebido para que nada se oculte a nuestros ojos, siempre aparece algo que no queremos mirar..



La Nacion Digital

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sábado, 11 de octubre de 2014

VIOLENCIA. EL NARCOTRÁFICO VISTO DESDE DIVERSAS DISCIPLINAS




Confabulario retrata los perfiles de la violencia

Redacción| El Universal
CIUDAD DE MÉXICO | Viernes 19 de septiembre de 2014


Violencia. El narcotráfico visto desde diversas disciplinas.

Cine, narcocorridos y la despolitización de la novela policiaca mexicana en el número de este domingo
El tratamiento de los asuntos del narcotráfico en diversas disciplinas artísticas en México es el tema del próximo número de Confabulario, el suplemento cultural de EL UNIVERSAL.
Oswaldo Zavala, profesor-investigador de The City University of New York, escribe un ensayo sobre el fenómeno de "despolitización" de la novela policiaca mexicana reciente que trata asuntos del narcotráfico, en la que, a juicio del estudioso, no se registra críticamente la interacción y complicidad de narcos y autoridades.

Anna Kingsley, especialista de estudios latinoamericanas de Royal Holloway-University of London, presenta la trayectoria de la artista conceptual Teresa Margolles (Culiacán, 1963), quien ha utilizado restos de escenas en los que se han cometido actos violentos ligados con el narcotráfico para crear sus obras, por lo que se le ha acusado de transgredir normas éticas para tener éxito en el mercado del arte.

Ignacio M. Sánchez Prado, catedrático de Washington University at St. Louis, Misuri, analiza cuatro películas mexicanas producidas en la última década que han tratado el asunto del narco: Miss Bala, Heli, Salvando al soldado Pérez y El Infierno, y señala cómo estos filmes manejan una perspectiva pensada para las clases medias del país, en contraposición con las películas de los años setenta y ochenta que trataban el asunto del contrabando pero con una óptica dirigida a públicos provenientes de las clases bajas.

José Manuel Valenzuela Arce, investigador del Colegio de la Frontera Norte, presenta los cuatro momentos históricos del narcocorrido, y el diferente tratamiento que este tipo de música ha dado a la vida ligada al contrabando de droga, al tiempo que utiliza el concepto de la banalidad del mal, acuñado por Hannah Arendt, para analizar las letras de los corridos más recientes.


En la sección de crítica de artes, Mauricio Matamoros Durán reseña la película Días de venganza (Oldboy), dirigida por Spike Lee, basada en el filme de culto del cineasta coreaba Chan-wook Park, e Iván Martínez comenta el concierto de la Orquesta Philarmonia de Londres, y el del Trío Guarnieri de Praga, que tuvieron lugar la semana pasada en el Auditorio Nacional en el Palacio de Bellas Artes, respectivamente. Juan Hernández reseña el montaje de la obra Santificarás las fiestas, de Conchi León, que corre temporada en el Centro Cultural del Bosque de la ciudad de México.


cvtp

lunes, 20 de enero de 2014

LA CULPA DE LA TV O LA RESPONSABILIDAD DE LOS QUE LA HACEN. UNA POLÉMICA SIN FINAL







Espectáculos
Domingo 19 de enero de 2014 | Publicado en edición impresa
Entrelíneas
La suma de todas las culpas
Espectáculos
Por Marcelo Stiletano | LA NACION


Nicolás Maduro lo dijo con todas las letras. En la noche del miércoles último, frente a la Asamblea Nacional, el presidente venezolano acusó directamente a la televisión de su país de "incitar a la violencia y al odio en la sociedad".
Con calculada estrategia, Maduro fue de lo particular a lo general. Primero aludió sin mención explícita a la telenovela más exitosa del momento en Venezuela, De todas maneras Rosa , y dijo que su protagonista es la heroína del relato pese a haber matado a nueve personas, incluyendo a su propia madre. Después cargó contra los canales de TV y los medios privados. Y como cierre de este círculo acusatorio instruyó a los organismos reguladores de los medios para revisar la programación televisiva entera, responsable de poner en el aire programas que fomentan "antivalores de la muerte, culto a la droga, culto a las armas, culto a la violencia".
Esta obsesión por culpar a la TV, a los medios y a ciertos personajes surgidos de la cultura popular de algo tan grave como una tasa de homicidios que en Venezuela se ubica entre 39 y 79 por cada 100.000 habitantes es una historia escrita en capítulos. Antes, Maduro había responsabilizado del alarmante cuadro de violencia que padece su país al Hombre Araña y a Superman. Y allá por 2008, todavía en tiempos de Hugo Chávez, el enemigo a combatir eran Los Simpsons , cuya presencia en pantalla constituía "una potencial mala influencia para los niños", según el veredicto oficial.
¿Habrá leído Maduro a François Mariet, el reconocido intelectual que desde los años 90 ejerce una influencia indiscutida entre los estudiosos del tema a partir de la tesis de su libro Déjenlos mirar la televisión ? "El problema reside en pensar que la televisión fue creada para educar. Eso es un error. Los responsables de la educación son los padres y la escuela. La función de la TV es entretener. Parte de la tarea de los padres es formar televidentes responsables, con capacidad crítica frente a los mensajes que emite la pantalla." Estas palabras de Mariet a la nacion en 1996 tienen total vigencia.
La tutela cerrada y casi absoluta de los contenidos que ahora pretende imponer Maduro anula por completo esa posibilidad. Parece casi imposible que esa capacidad crítica a la que alude Mariet pueda construirse con natural espontaneidad si desde el poder ya aparece predeterminado lo que está bien y lo que está mal hasta en el terreno de las ficciones, donde debería reinar la libertad creativa.
Para remediar una gravísima crisis de inseguridad que le costó la vida hace pocos días a la ex Miss Venezuela y estrella de las telenovelas Mónica Spear, Maduro carga contra los "villanos de ficción", en palabras del actor Iván Tamayo. Y descuida al mismo tiempo lo que dice un reconocido vecino suyo, el colombiano Omar Rincón, uno de los más importantes analistas y estudiosos televisivos de América latina, experto además en telenovela.
"Ninguna investigación del mundo ha demostrado que haya una relación directa entre televisión y violencia, o entre televisión y valores", señaló Rincón en una entrevista de 2010. Más cerca, en febrero de 2013, Rincón firmó con María Paula Martínez el capítulo dedicado a Colombia del valioso libro Convergencia y transmedialidad (Gedisa), que pone al día el cuadro de las ficciones televisivas latinoamericanas en el flamante contexto de un medio abierto a decisivas transformaciones tecnológicas. Allí se habla del fenómeno de las narcoseries , genuino producto colombiano que nació y evolucionó a través de títulos conocidos por el público argentino como Pasión de gavilanes y Sin tetas no hay paraíso , y que narran, con poderosa impronta audiovisual, "la otra historia de Colombia: la verdad narco".
Este modelo de historias, que en palabras de Rincón "argumentan, justifican y exculpan el cómo se llega a ser narco o mujer de silicona" tiene su ejemplo más reciente en Pablo Escobar, el patrón del mal , que desde hace un par de semanas exhibe entre nosotros Canal 9, adaptando al formato de miniserie sus 113 capítulos originales.
A Rincón le preguntaron una vez si podría aumentar la violencia de las personas que siguen novelas dedicadas a tratar temas de narcotráfico. "Si en la familia, si en la escuela, lo narco no se celebra sino que se reflexiona y se critica, y la religión y la política también lo hacen, pues no hay ningún problema", respondió.
Hace unos años, Rincón investigó el caso de la violencia en la pantalla chica colombiana en relación con los jóvenes, y llegó a la conclusión de que para ellos la programación más violenta está en los informativos. "En los telenoticieros los jóvenes reconocen las violencias con que están hechas sus realidades locales, nacionales y mundiales", señala. Y en otro lado dice, en cambio, que la telenovela "sirve para disfrutar un papel conocido, para comprender qué atormenta y divierte a cada sociedad, para encontrar las morales colectivas, para pensarnos desde el amor, para comprender la política de nuestro tiempo...La telenovela es un placer narrativo, no de contenidos."
A la luz de esta mirada aparece deliberadamente intencional considerar la telenovela, tal como lo hizo el presidente de Venezuela, como el enemigo público número uno de un país enfrentado a un conflictivo escenario social, económico y político que no pertenecen a la ficción, sino a una realidad demasiado incómoda. "La ficción es la ficción -dijo una vez Quentin Tarantino-. Hay mucha más violencia en los informativos y nadie habla de prohibirlos o de censurarlos. No estoy a favor de controlar la creatividad, de censurar el cine." Más preciso todavía fue David Cronenberg, para quien "los censores son como los psicópatas: confunden la realidad con la fantasía"..

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domingo, 31 de marzo de 2013

DAS WEISSE BAND. EINE DEUTSCHE KINDERGESCHICHTE. LA VIOLENCIA GLOBAL O LA GLOBALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA







Título: Das weisse Band - Eine deutsche Kindergeschichte. (La cinta blanca. Una historia infantil alemana / The White Ribbon).
 
(Austria-Alemania-Francia-Italia, 2009] [B/N, 149 m.].
 
Ficha técnica:
Dirección: Michael Haneke.
Argumento: Michael Haneke.
Guión: Michael Haneke.
Fotografía: Christian Berger (Blanco&Negro).
Música: Varios.
Producción: Stefan Arndt, Veit Heiduschka, Michael Katz, Michael Katz, Margaret Ménégoz, Ulli Neumann, Andrea Occhipinti
Productora: Les Films du Losange / Wega Film / X-Filme Creative Pool.
Reparto: Christian Friedel (el profesor), Ernst Jacobi (La voz del narrador), Leonie Benesch (Eva), Ulrich Tukur (El Baron), Ursina Lardi (Marie-Louise, la Baronesa), Fion Mutert (Sigmund), Michael Kranz (El Tutor), Burghart Klaußner (El Pastor), Steffi Kühnert (Anna, la esposa del pastor), Maria-Victoria Dragus (Klara), Leonard Proxauf (Martin), Levin Henning (Adolf), Johanna Busse (Margarete), Yuma Amecke (Annchen), Thibault Sérié (Gustav), Josef Bierbichler (el mayordomo), Gabriela Maria Schmeide (Emma, la esposa del mayordomo), Janina Fautz (Erna), Enno Trebs (Georg).
 
Premios.
- 2009: Nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa
- 2009: Festival de Cannes: Palma de Oro (mejor película), premio FIPRESCI
- 2009: Globos de Oro: Mejor película de habla no inglesa
- 2009: Premios del cine europeo: Mejor película, director, guión. 4 nominaciones.

 
En un pequeño pueblo alemán -un año antes de la Gran Guerra del 14-, llamado "Eichwald", dominado por una férrea moral protestante, suceden extraños acontecimientos, muy violentos, que alteran su tranquila vida rural. El director del film detiene su mirada sobre distintos personajes, desde el pastor hasta los niños del coro, en la escuela, dentro de una galería de habitantes y funcionarios, parroquianos, hombres y mujeres de todo tipo, indagando sobre los responsables pero también preocupado acerca del origen de semejantes hechos, con el objetivo de explicar no solo los orígenes socio-culturales del nazismo antes de la Primera Guerra Mundial, sino "la violencia" de una Europa decadente y en crisis.

Héctor Correa
Punta Alta, abril de 2013


LA BIBLIOTECA ALBERDI Y EL CINE




Próxima función del Cine Club Dos Miradas, "El Cine de Michael Haneke", organizado por la Biblioteca Alberdi. Día 06-04-13 a las 20 hs.

viernes, 28 de diciembre de 2012

LA MATANZA EN LA ESCUELA SANDY HOOK O EL CULTO A LAS ARMAS

Progreso Semanal
Published on Saturday, 22 December 2012
Victoria Soto, 27 años, puertoriqueña, cristiana,maestra, puso su vida ante las balas y salvó a 17 niños en la escuela Sandy Hook. ¿La recordaremos?

Por Manuel Alberto Ramy

LA HABANA. Hubo una vez un rey llamado Herodes. Un buen día sus asesores le advirtieron que, según informes, había nacido un niño que sería rey. Temeroso de perder el poder –Ay, el miedo, Ay, el poder–, el tal Herodes ordenó rápidamente pasar a sable a todos los recién nacidos. Realizó una masacre.

Para recordar este trágico suceso, cada 28 de diciembre se conmemora el Día de los Santos Inocentes; en otros países la fechase corre hacia la primavera, época de florecimientos, mariposas y aumento de la libido, según dicen.

Lo importante no es la fecha en el almanaque, sino cómo se recuerda esta tragedia: generalmente con bromas haciendo caer a los amigos y vecinos en simpáticas engañifas para entonces gritarle: ¡Inocente! Y divertirnos.

Nuestra cultura ha convertido el sablazo asesino, la masacre perpetrada contra decenas y decenas de niños, en una festividad graciosa. El humor negro –hasta esta calificación es elocuente–nos viene de lejos y lo practicamos, forma parte de nuestra “civilización”, como la violencia. Somos los sujetos y objetos de una herencia practicada de diversas formas a través de los siglos y con métodos cada vez más exquisitos: las hitlerianas cámaras de gas eran tan refinadas y precisas que hasta contabilizaban el número de personas a matar por metro cúbico de gas y tiempo de ejecución.

Entonces ¿de qué nos sorprendemos cuando alguien toma un arma y asesina fríamente a 20 niños y seis adultos en una escuela? ¿Cuánto dura nuestro estupor al ver las imágenes en la pantalla de los televisores? ¿Hasta la próxima noticia de una reina debelleza? Dentro de tres semanas, ¿cuántos recordaremos el nombre de la maestra que sacrificó su vida para salvar a unos cuantos de suspequeños alumnos? Con 30 segundos de un comercial borramos la heroica entrega por los otros y ni siquiera meditamos cuánto denuestra infancia murió con ellos. Mucho menos nuestra corresponsabilidad en el crimen –calificación edulcorada, pues se define como complicidad.

Violencia y miedo enraizados en nuestras sociedades, especialmente en las opulentas donde como ocurre en EE.UU. hay más de unarma de fuego por cada ciudadano y el derecho a poseerla, consagrado constitucionalmente, es defendido aunque su origen viene de la previsión destinada a dotar a cada ciudadano de la capacidad defensiva, caso que la metrópoli inglesa, recién derrotada, intentase volver por sus fueros. Si bien este es un asunto que debería resolverse –cosa difícil ya que hay otro tipo de armas en poder de la Asociación Nacional del Rifle, que se llama dinero y lobby–, la clave universal no reside en los gatillos, pasa por ellos y proviene de que a escala mundial vivimos –mejor decir morimos—en una sociedad enferma.

Dicen los sicólogos que la adaptación de las personas a la sociedad es síntoma de salud. Tal calificación supongo parte del supuesto de que nuestras sociedades son sanas. ¿Lo son? Revisémonos. Nos adaptamos a tejidos sociales enfermos en los cuales la práctica de los valores y principios éticos predicados son desmentidos cotidianamente por las redes de comunicación y el quehacer de los políticos. Valores por un lado, la vivencia de estos por otro. Somos coherentes con la enfermedad, nos adaptamos a ella, portamos el virus y lo transmitimos. Así venimos desde hace siglos trucidándonos, de modos diferentes, hasta los muy tecnológicos y sofisticados de hoy cuyos daños son definidos como colaterales. ¿Son tales?

Once upon a time…, Hubo una vez. Hoy… ¿Mañana…?

La condición de sociedad y ciudadano saludables pasa por voltearnos al revés. Por la revolución del espíritu y de las estructuras.

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LA VIOLENCIA ESTA EN NOSOTROS Y EN EL VECINO

Opinión
 
La violencia está en nosotros -23.12.2012 -lanacion.com
 
Domingo 23 de diciembre de 2012|Publicado en edición impresa
 
 
 
La violencia está en nosotros
Por Marcelo Stiletano|LA NACION
Cuenta la prensa de Hollywood que el lunes pasado, 72 horas después de los horrorosos hechos ocurridos en la escuela primariaSandy Hook de Newtown, Connecticut, la máxima autoridad de la Motion Pictures Association of America (MPAA) llamó en persona, uno por uno, a sus propios empleadores, los jefes de los seis grandes estudios de Hollywood.

Se trata de uno de esos casos en que el contenido de esas llamadas resulta tan importante como la identidad de quien las realiza. Las majors de Hollywood dejaron el manejo de sus asuntos institucionales en manos de un político de carrera llamado Christopher Dodd, que había alcanzado la cima de su carrera pasadarepresentando al Partido Demócrata como senador por Connecticut. Dodd nació hace 68 años en Willimantic, una localidad separada por apenas 123 kilómetros de Newtown, cuya existencia se transformó para siempre desde que el viernes 14 un enajenado mató allí a 20 niños y seis adultos.

Es muy probable que, por su origen, el pensamiento de Dodd haya ido mucho más allá de la moderada y cautelosa declaración queinmediatamente después la MPAA dio a conocer. Allí se dice que la entidad acompaña al presidente Barack Obama en su propósito de establecer algún tipo de iniciativa especial y concretapara establecer algún tipo de control en el uso de armas de fuego y puedan evitarse en el futuro hechos tan espantosos e irremediables. "Todos los que participamos en la industria del cine y la televisión queremos brindar nuestra ayuda al remedio que el país necesita y estamos listos para ser parte de un debate nacional sobre el tema", señala el comunicado.

Las cosas se complican un poco porque la MPAA parece plantear la necesidad de poner en marcha una discusión que hace muchísimo tiempo está en marcha y suele quedar por largos períodos inmóvil, en estado latente, hasta que es sacudida y encendida de nuevo por tragedias como la que enlutó desde Newtown a todo Estados Unidos.

Quentin Tarantino, quién menos, se encargó de hacer un poco de memoria. El director de Tiempos violentos y Perros de la calle , reconocido entre otras cosas por su enorme talento para reinventar el concepto mismo de violencia cinematográfica dentro de la cultura pop, enfrentó por un lado la postergación en Los Ángeles del estreno mundial con alfombra roja de su última película, Django sin cadenas (que llega a la Argentina el 31 de enero), pero al mismo tiempo defendió el empleo de la violencia en el relato cinematográfico.

La primera reacción de Hollywood frente a este tipo de hechos es modificar sobre la marcha, para no herir susceptibilidades, lanzamientos, estrenos y estrategias de marketing ligadas a aquellos productos cinematográficos o televisivos de la hora que pudiesen ser asociados de alguna manera con los hechos de violencia. Así ocurrió este mismo año con otro hecho cuyas consecuencias no hicieron más que potenciar la sensibilidad del mundo del entretenimiento y elevar como nunca la intensidad del debate sobre los vínculos entre violencia y showbiz.

¿Quién no recordó frente a los hechos de Newtown lo ocurrido en la noche del 20 de julio, cuando otro desquiciado abrió fuegoindiscriminado sobre el público en medio de la proyección de la última película de Batman en un cine de Aurora, Colorado, matando a 12 personas? Lo primero que hizo Hollywood fue postergar el estreno de Fuerza Antigán ster, uno de los estrenos más fuertes del comienzo de 2013 (llega a la Argentina el 17 de enero con un elenco poderoso: Sean Penn, Ryan Gosling, Josh Brolin, Nick Nolte, Emma Stone), una de cuyas escenas mostraba precisamente la imagen de una masacre realizada a punta de ametralladora dentro de un cine.

¿La postergación alteró la idea de fondo? No parece. Hollywood puede reaccionar en un momento y frenar sus impulsos, pero al fin y al cabo lo que se imponen son algunas reglas del entretenimiento y la libertad de sus creadores. "Nunca una crítica social que me hayan lanzado me ha hecho cambiar una sola palabra de mis ideas o de mis guiones", arremetió Tarantino ante una consulta precisa de The Hollywood Reporter.

En la misma línea, algunos medios estadounidenses reprodujeron declaraciones de Martin Kaplan, director del centro de estudios sobre entretenimiento y sociedad de la Universidad del Sur de California. "Lo que escuchamos de la industria es que la violencia siempre fue parte de la historia del espectáculo desde lostiempos de Sófocles, Shakespeare y Edgar Allan Poe. ¿Por qué debería esa industria moderna privarse a sí misma de un elemento que en todos los tiempos resulta esencial para la narración?La violencia produce dinero, pero al mismo tiempo es una herramienta artística. Puede estar en manos inspiradas y también exponerse de un modo gratuito. Pero ¿quién decide cuál es lalínea correcta o la incorrecta? ¿La propia industria? ¿El gobierno? ¿O el público, que es el lugar que según la opinión de Hollywood debería tomar el control?

El debate se extiende. En Italia, el Corriere della Sera reflejó el jueves último un fortísimo debate alrededor de la calificación que recibió la más reciente película del reconocido director francés Patrice Leconte, una curiosa experiencia de animación para jóvenes y adultos titulada en inglés The Suicide Shop . El escenario principal del relato es un local que propone un éxito final para las personas de vida fracasada. Allí tienen a disposición elementos de todo tipo para quitarse la vida. El organismo calificador italiano prohibió la película para menores de 18 años, reservada allí sólo para los títulos de violencia o erotismo extremos, señalando la "ligereza con la que se trata un tema tan delicado como el suicidio, con el riesgo de crear el peligro concreto de que haya actos de imitación por parte del público más joven".

Leconte reaccionó y dijo que sus integrantes "vieron otra película" y no entendieron el mensaje "irónico y grotesco de una película que apunta sobre todo a los chicos y a la idea de que la vida es hermosa". Después fue aún más lejos y sugirió que la sombra de la censura sobrevolaba en Italia sobre su obra.

Como se ve, el debate no reconoce fronteras. Tampoco en la Argentina de nuestras últimas agitadas horas, en las que se discute sobre lo que se muestra o se deja de mostrar en torno de algunos hechos de violencia, aunque en este caso también en el medio entran a jugar en el escamoteo ciertas veladas necesidades políticas. Pero hasta los que en estos días fueron más lejos en Estados Unidos y plantearon revisiones de fondo separan la paja del trigo y se esfuerzan por distinguir lo que es explotación gratuita y lo que surge de analizar el contexto en el cual se dicen ciertas cosas. Allí tal vez encontremos una primera (y esencial) diferencia para tratar de entender un hecho doloroso e irreparable como la tragedia de Newtown, que escapa a cualquier comprensión racional.

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jueves, 4 de octubre de 2012

WE NEED TO TALK ABOUT KEVIN. TENEMOS QUE HABLAR DE KEVIN




Película: Tenemos que hablar de Kevin.
Título original: We need to talk about Kevin.
Dirección: Lynne Ramsay.
País: Reino Unido y USA.
Año: 2011.
Duración: 112 min.
Interpretación: Tilda Swinton  (Eva), John C. Reilly (Franklin), Ezra Miller (Kevin adolescente), Siobhan Fallon (Wanda), Ursula Parker (Lucy), Jasper Newell (Kevin, 6-8 años), Rocky Duer (Kevin, niño).
Guión: Lynne Ramsay y Rory Kinnear; basado en la novela de Lionel Shriver.
Producción: Jennifer Fox, Luc Roeg y Robert Salerno.
Música: Jonny Greenwood.
Fotografía: Seamus McGarvey.
Montaje: Joe Bini.
Diseño de producción: Judy Becker.
Vestuario: Catherine George.
Distribuidora: Vértigo Films.
Estreno en Reino Unido: 21 Octubre 2011.


Lionel Shriver, de origen estadounidense, exactamente de Carolina del Norte, escribió esta novela en el año 2005 pensando que muchos podrían  leerla como un tratado contra la maternidad. Según sus expresiones, lejos estuvo de sus intenciones hacer semejante cosa. De todas maneras ganó el premio Orange, creado en el reino Unido en 1992, y se concede a las mejores obras de ficción escritas por mujeres del mundo entero. Editorial Anagrama, la publicó en junio de 2007. Ésta es su séptima novela, y ahonda en el desamor, el rechazo solapado, los silencios enfermizos llenos de rencor, y desmitifica algunos aspectos superidealizados sobre el amor materno y las relaciones simbióticas,  indestructibles, y románticas, entre una madre y su hijo.
Desde el punto de vista psicológico, mejor dicho desde el punto de vista de la psicología femenina y maternal este film es muy complejo. Y es de temerario indagar en el amor de la mujer y su hijo, especialmente si este es varón, asunto que ya el psicoanálisis trató con mucho énfasis, y la literatura y el cine lo hicieron en repetidas ocasiones con mayor o menor fortuna.
 
 
Sobre los vínculos madre-hija, sus aristas y estructura, sus conflictos y rivalidades, el cine ha sido muy prolífico. Incluso “padre e hija” han dado varios títulos, que van desde la psiquiatría hasta el abandono y el rechazo (ver en especial el cine de Hichtcock). Pero seguir el calvario, desde el nacimiento, la niñez y la adolescencia de un chico, y una madre confundida sobre sus lazos emocionales y sanguíneos, soportarlo en silencio, y recibir de lleno los reproches y ataques del niño, incapaz de conformar una relación mínimamente normal con su madre y viceversa, es de una valentía notable. Sobre esto trata la novela y por supuesto el film de la escocesa Lynne Ramsay. No es un tratado psiquiátrico, ni subyace una postura científica o moral por debajo de la historia. Más bien, relata con pocas palabras e imágenes muy elocuentes, el paso del tiempo y el irracional o incomprensible choque entre dos seres unidos biológicamente pero totalmente opuestos desde lo emocional como desde lo esencial en el hombre, a lo que nos tiene acostumbrados la literatura o el cine convencional.
 
El enfoque Hitchcock –“Cuéntame tu historia”, “Frenesí”, o “Psicosis”, por citar algunas de sus obras-, eminentemente freudiano y con clara influencia de la perspectiva surrealista (Salvador Dalí o Luis Buñuel), como el shakesperiano de la tragedia clásica -las dos obras sobre “Edipo” (Sófocles)-, están con claridad reflejados en el rojo de la fiesta popular del tomate (rodada en el municipio valenciano de Buñol, donde realmente tiene lugar tan particular celebración, la “Tomatina”) y en las tonalidades de luz, fotográficas o ambientales de la cámara, que le imprimió la realizadora. De todas maneras, y por más que queramos, no es la historia de un psicópata de nacimiento o poseído por el demonio. Si en algo se detiene la directora Lynne Ramsay, es en describir la ambivalencia de ciertas conductas “maternales”, donde lo instintivo se choca con lo biológico, y lo emocional con la racionalidad de una frustración y un desencanto que roza lo incomprensible, en especial para una madre que no sabemos qué piensa en realidad de su hijo, y ve cómo el padre sigue su juego sin percatarse que se va generando un pequeño diablillo, lleno de furia y rencor.
 
 
Es para estudiar detenidamente ambas conductas, la maternal, por un lado, impregnada de confusión y paranoia, y la paternal, entre indiferente e ingenua, casi al servicio del final, que va avanzando irremediablemente, casi como una fórmula matemática, predestinado e inadvertido. Kevin es la versión más reciente de Norman (Psicosis), no sólo símbolo de muerte y destrucción, sino de un contexto mucho más amplio, donde, quizá, confluyan cuestiones culturales y sociales, de indiferencia o desinterés. Haneke, el director austríaco, uno de los más perseverantes indagadores de la violencia como producto socio-cultural y no causa precisamente de estos fenómenos, nos ha mostrado desde varios ángulos cómo es la gestación -siempre teniendo en cuenta que el cine es un vehículo expresivo de orden artístico-, y cómo se van generando los contextos, en las sociedades, y los elementos más constitutivos del orden violento y la violencia sobre los hombres. Así lo ven también directores como Stanley Kubrick (por ejemplo “La Naranja Mecánica”) a través de imágenes y cuestionamientos a ciertas prácticas científicas y militares, o bien el mejor cine francés (Goddard o Trufaut) desde el mismo hombre inmerso en la confusión y el desaliento (alienación) alentada desde las mismas instituciones y las altas clases sociales europeas privilegiadas por el genocidio y la expoliación de continentes enteros. Por otro lado, otros autores como David Lynch, con su extremo psicologismo extraño y degradante, o el alemán Fassbinder, perversidad imaginativa y en imágenes, o la sublime narrativa borgiana de Tarkovski como en Zerkalo (El Espejo) donde afloran sus tremendos planteos sobre el tiempo, su naturaleza con relación al hombre y su contexto, se acercan a esta directora. Por lo que se aparta -Lynne Ramsay-, desde el punto de vista formal del punto de vista de la autora de la novela - Lionel Shriver- donde la protagonista cuenta su historia a través de misivas, para dejar correr la conciencia, entre culposa y degradada por el alcohol, del personaje madre, y así recrear un mundo de la relación con su hijo, su esposo y su pequeña hija, de una realidad aplastante y trágica.
Héctor Correa
Punta Alta, octubre de 2012

domingo, 5 de agosto de 2012

BATMAN: EL CABALLERO DE LA NOCHE ASCIENDE. UN TEMPLARIO DEL S. XXI


The Dark Knight Rises
Batman: el caballero de la noche asciende


  • Título: “Batman: el caballero de la noche asciende”
  • Dirección: Christopher Nolan
  • Producción: Christopher Nolan, Emma Thomas, Charles Roven
  • Guion: Jonathan Nolan y Christopher Nolan
  • Argumento: Christopher Nolan y David S. Goyer
  • Cómic: Bob Kane
  • Basada en los cómics de Batman, creados por Bob Kane y Bill Finger.
  • Música: Hans Zimmer
  • Fotografía: Wally Pfister
  • Montage: Lee Smith
  • Protagonistas: Christian Bale, Anne Hathaway, Joseph Gordon-Levitt, Tom Hardy, Michael Caine, Gary Oldman, Marion Cotillard, Morgan Freeman
  • País: Estados Unidos
  • Año: 2012
  • Duración: 165 minutos
  • Idioma: Ingles
  • Productora: Legendary Pictures, Syncopy Films, DC Comics
  • Distribución : Warner Bros. Pictures
  • Los otros films del mismo director: Batman Begins (2005) y The Dark Knight (2008)




Varios elementos conceptuales referidos a la historia del legendario Batman ha introducido Christopher Nolan en este último capítulo (Batman: el caballero de la noche asciende), por supuesto, con relación a las otras sagas sobre el hombre murciélago contadas por otros autores, guionistas y realizadores, sin meternos en el comics (creados por Bob Kane y Bill Finger).
Los recursos a los que apeló nos remiten a Borges y lo borgiano, con sus constantes y recurrentes regresos y retornos, la imagen y el ícono mítico del traje al que recurre en forma permanente no sólo como inconmensurable poder, sino como reflejo (espejo) universal de la lucha del hombre por su sentido, no olvidemos el film “Inception” (http://cinenpunta.blogspot.com.ar/2010/12/inception-el-origen-o-el-retorno-de.html ); a la angustia existencial en la que entra Bruce a causa de la tremenda duda sobre su origen y su destino, incertidumbre del hombre que lo tiene todo y puede también perderlo, ya sea por su declinación física como por su depresión cósmica, muy bien marcada y advertida por su valet (Michael Caine), ante la desazón metafísica y su temor a la muerte; y a su costado más débil en lo que atañe a su relación con los sectores más humildes de la sociedad, encarnada por Gatúbela, venida a menos, y preocupada por sacarle a los poderosos para darle a los pobres o a los que nada tienen, lo que legimitiza sus míseras –para Bruce Wayne- traiciones y robos de joyas, como extrañas relaciones con los enemigos más temibles de la civilización que encarna Batman, civilización que es la misma de Bane (llena de odio, rencor, deseo desmedido de venganza, corrupción, traición, defección, ambición sin límites, etc.).


Quizá la angustia de Nolan provenga de esa concepción distópica, que a su vez la traslada al héroe, o a su versión más humana de Bruce, inmerso en un abismo de engaños y desilusiones.
El tema es la violencia. Cómo la pintamos, quiénes la ejercen, dónde se esconde, cómo surge, qué motivaciones le abren el camino, y si el hombre es violento por naturaleza, nace violento o la va adquiriendo mientras crece y madura. El director de la saga ha optado por este camino en apariencia. Digo en apariencia por que Batman tiene que recurrir cada vez más a los efectos especiales (la súper tecnología) de sus recursos para el combate y la lucha, y declinar notoriamente en el uso de sus atuendos, que dan miedo, y apelar más a su presencia en sociedad como el misterioso y poderoso hombre de negocios y de inmensa fortuna (algo maltrecho quizás).
Estos elementos primarios (para el hombre y su esencia) a los que nos lleva Nolan, aún sin querer, le otorgan un sesgo original a la leyenda, en especial en este último capítulo de sus historias, por lo que en apariencia ya no habría más contra quien luchar en este mundo, o bien, el hombre puede esperar nuevas formas de violencia, nuevos enemigos y otras motivaciones para acrecentar la corrupción y el delito. El horizonte de la humanidad, si desaparece Ciudad Gótica (Nueva York), que bien nos describieron algunos autores de ciencia ficción, plena de advertencias pero de nuevas formas de vida, no es muy alentador, y quizá, así, lo pensó, también, el carnicero de Denver.



La gran ciudad, de los EE.UU., es el escenario, “el paisaje”, donde se desarrollan estos hechos. Lo que hace evidente los resabios que aún quedan, en esta permanente cruzada occidental contra el islam, del S-11, como mensaje y como advertencia de que todavía el peligro persiste, y va a serlo así por mucho tiempo más, seguro. El habitante común es anónimo e ignorado, sólo es una víctima a la que hay que proteger, es el americano medio el sufriente, y las autoridades deben estar atentos a salirle al cruce a tanta peligrosidad. Los aparatos de Batman, los vehículos de Bane, y las fuerzas de seguridad transitan y persiguen al enemigo, por entre edificios altos, impersonales, fríos y distantes, pero que albergan el corazón del poder máximo y absoluto, al que hay que abatir. La escenografía es estrecha y mezquina, sólo nos muestra algo de Wayne, algo del poder financiero, y algo de la tierras ignotas y lejanas de los enemigos, pero sí la vemos poderosa  e imponente desde arriba, por donde la máquina de Batman va transitando y las persecuciones se desarrollan como  en otras odiseas a las que nos tiene acostumbrados Hollywood. Quien conozca la historia del comic bien conoce la importancia de la ciudad con sus grandiosos edificios y el auto norteamericano. No existe el superhéroe sin este escenario, sin estos elementos narrativos propios de la naturaleza de los pulp fiction como género narrativo.
Los míticos personajes de “The Dark Knight Rises”, dejan de ser chatos y planos, ya no se mueven en esferas previsibles, establecidas de antemano como sucede con casi todos los superhéroes; el bien triunfa sobre el mal, y rige esta concepción maniquea todos los órdenes de sus vidas. Pero en este caso, Nolan introduce la duda, aquella que nos enfrenta con nuestro fin y sentido de nuestro paso por el mundo. Esa es la cuestión para Bruce Wayne, y Alfred, su mayordomo, la intuye y lo obliga a realizar un examen de consciencia que incluye un retorno a las tierras de su enemigo, mientras recupera sus fuerzas debilitadas.



Si esta historia, una más dentro del universo que nos presenta Hollywood todos los años colmadas de violencia y efectos especiales horrendos, para niños, adolescentes y adultos, es disparador de psicópatas y asesinos temerosos del incierto destino del país más poderoso del mundo, deberíamos replantear toda la literatura desde el tragedia griega hasta los engendros melodramáticos para niñas adolescentes que nos ha dado la cultura occidental y cristiana, y por supuesto, el cine como heredero y producto de ella. Más, los productos de la cultura de masas, llenos de horror y fanatismo, son un producto casi ineludible de las civilizaciones que alimentan y se alimentan de sus ambiciones hegemónicas y expansionistas. Exactamente todo lo contrario. Es ese círculo vicioso de terror y pánico el que hace que Bruce Wayne, atormentado y debilitado, tenga un Bane como enemigo, brutal enemigo casi inexpugnable, pero como protector y maestro de otro personaje aún más peligroso, la insospechable Talia Al Ghul (Miranda Tate), filántropa y vengativa, toda una contradicción.
Héctor Correa
Punta Alta, agosto de 2012








domingo, 29 de julio de 2012

MONSIEUR LAZHAR. LAS OTRAS FORMAS DE LA VIOLENCIA

Profesor Lazhar



“Queremos que se dedique a enseñar, no a educar a nuestra hija“.

Una madre

(del film “Monsieur Lazhar”)



TÍTULO ORIGINAL: Monsieur Lazhar
AÑO: 2011
DURACIÓN: 94 min.
PAÍS: Canadá
DIRECTOR: Philippe Falardeau
REPARTO: Mohamed Fellag, Sophie Nélisse, Émilien Néron, Marie-Ève Beauregard, Vincent Millard, Seddik Benslimane
GUIÓN: Philippe Falardeau
MÚSICA: Martin Léon
FOTOGRAFÍA: Ronald Plante


Nominada a los OSCAR 2011 en la categoría de Mejor Película de Habla no Inglesa (representando Canadá)
Festival de Locarno 2011: Premio del Público y Premio Variety Piazza Grande votado por críticos cinematográficos.
Seminci 2011: Sección Oficial a competición - Premio de la Crítica y Premio "Miguel Delibes" al Mejor Guión
Premio del Público en el Festival Internacional de Rotterdam 2012
Premio a la "Mejor Película de Canadá" en el Festival de Toronto 2011
6 Premios Genie, que otorga la Academia Canadiense de Cine y Televisión, incluyendo Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor




Tres films, últimamente, han incursionado en la temática educativa dentro de las aulas, o al menos relacionados con la vida interior de instituciones o establecimientos formativos de niños y adolescentes. Dos de ellas, se detienen en las relaciones alumno-profesor, “Entre les murs” (El aula o Entre los muros) de Laurent Cantet del 2008, de origen francés, y ésta de la que estamos hablando, “Monsieur Lazhar” (Profesor Lazhar) de Philippe Falardeau, adaptación de una obra de teatro “Bachir Lazhar” de Évelyne de la Chenelière, de origen canadiense. La tercera es una película de Roman Polanski, “Carnage” (Un dios salvaje) (2011) en la que, desde afuera de los muros, muestra la irracional y desmesurada reacción de cuatro padres ante la escaramuza de dos alumnos que termina con la pérdida de un diente en uno de ellos. Todas tienen aristas comunes y no hacen más que describir el estado de desconexión y distanciamiento que a veces se observa en la institución educativa (incluso los padres), especialmente frente a acontecimientos que sobrepasan lo cotidiano y rutinario de la actividad pedagógica.



En apariencia el suicidio (como acto cruel, cruento, horrendo e inaceptable) dentro de un aula, o de un establecimiento, más cuando es descubierto y observado por un pequeño alumno, y cuando está involucrado con el sujeto, puede ser manejado cinematográficamente de dos maneras. Por un lado es un hecho de un volumen dramático de mucho impacto en los educandos y en los educadores, según el pasado del suicida. Y por el otro, la irrupción de un tercero, con una historia particular plena de acontecimientos infaustos, con experiencia de una trágica y triste vida como refugiado argelino.  Este es el nudo del film: cómo manejan las autoridades, los profesores semejante acontecimiento frente a los niños. No deja de ser, sea como  sea, un acto violento. Y, como tal, supera, por su naturaleza, cualquier otro suceso inhumano para las pequeñas mentes de la escuela.



La película está ambientada en un colegio de Montreal, Canadá, donde se habla francés. Allí llega el supuesto profesor para cubrir el cargo de maestro dejado vacante por la docente muerta, y allí este argelino de triste, pero desconocido pasado, empieza su fina tarea de desmontar emocionalmente los resabios negativos del funesto acontecimiento. Fino, porque la sencillez, los escabrosos resortes que va tocando, y la sutileza con la que desmonta esa tenebrosa carga en los niños y los docentes, es una obra de excelencia humana y riqueza psíquica y moral, que no se encuentran en ningún ámbito educativo común. Por otro lado, va descubriendo sus extrañas motivaciones que lo llevaron a esa ciudad, a ese colegio y a entablar las profundas relaciones espirituales con el entorno.
El film es todo un ejercicio hondo, conmovedor, inquietante, de profundas raíces emocionales, como amplio y abarcador por los temas que van surgiendo, desde la étnica, el aspecto multicultural, ciertos resabios discriminatorios, las relaciones familiares, hasta los pedagógicos con los que tiene que luchar ante el avance vertiginoso de las nuevas tendencias aún dudosas y que, en algún momento se transforman en barreras difíciles de salvar aún ante el peligro y la ignorancia. Todo un abanico de interrogantes para nosotros, los padres, los educadores y, por supuesto, sus educandos, que son nuestros hijos.
Héctor Correa

Punta Alta, julio de 2012




domingo, 22 de julio de 2012

LA CARNICERÍA DE DENVER

El Economista.es
Domingo, 22 de Julio de 2012

El presidente Calderón pide a EE.UU. "revisar su equivocada legislación" sobre armas



El presidente de México, Felipe Calderón, afirmó que en vista de la matanza de la madrugada del viernes en una sala de cine en Colorado, Estados Unidos debe revisar su "equivocada" legislación sobre armas.
"Por la tragedia de Aurora, Colorado, el Congreso Americano debe revisar su equivocada legislación en materia de armas. Nos daña a todos", escribió Calderón en un mensaje a través de su cuenta de la red social Twitter.
En otro mensaje, el presidente manifestó sus "condolencias al pueblo norteamericano por la tragedia de Aurora, Colorado".
En sus mensajes, Calderón aludió al incidente suscitado la madrugada del viernes en una sala de cine en la población de Aurora, Colorado, donde un individuo abrió fuego contra los asistentes a la exhibición de la película "The Dark Knight Rises", matando a 12 de ellos.
El presunto autor de los disparos, James Holmes, de 24 años, fue detenido y está programado que sea presentado ante un juez el lunes.
Calderón ha hecho numerosos llamados a las autoridades estadounidenses para que revisen las leyes sobre venta de armas con el objetivo de evitar que éstas caigan en manos de grupos criminales en México.
El pasado 16 de febrero, en Ciudad Juárez, el mandatario expuso que la venta "ilimitada" de armas de asalto y de alto poder en el vecino país del norte "ha permitido que los delincuentes tengan acceso a rifles y ametralladoras, granadas, lanzacohetes diseñados para librar guerras entre ejércitos, y que los criminales no han dudado en usar contra civiles desarmados e inocentes".
En esa ocasión refirió que cuando pronunció un discurso ante el Congreso de Estados Unidos en mayo de 2010 expresó un profundo respeto por la Constitución de ese país y dijo entender que el propósito de la Segunda Enmienda "es garantizar a los buenos ciudadanos la capacidad de defenderse, defender a sus familias y a su patria".
Pero añadió que la evidencia señala claramente que "la mayoría de esas armas no van a las manos de ciudadanos honestos, sino que terminan en manos de criminales despiadados".
Luego de develar un cartel con la leyenda "No more weapons!" (¡No más armas!) en el puente internacional que une a Ciudad Juárez con El Paso, Estados Unidos, el presidente mexicano hizo un llamado a la sociedad estadounidense a detener "el inhumano tráfico de armas" que alimenta el poder de fuego de los grupos criminales en México.


viernes, 6 de abril de 2012

CARNAGE. UN DIOS SALVAJE. LA DIALÉCTICA DE LA VIOLENCIA


Película: Un dios salvaje. Título original: Carnage. Dirección: Roman Polanski. Países: Francia, Alemania, Polonia y España. Año: 2011. Duración: 79 min. Interpretación: Jodie Foster  (Penelope Longstreet), Kate Winslet (Nancy Cowan), Christoph Waltz (Alan Cowan), John C. Reilly (Michael Longstreet), Elvis Polanski (Zachary), Eliot Berger (Ethan). Guión: Roman Polanski y Yasmina Reza; basado en la obra teatral homónima de Yasmina Reza. Producción: Saïd Ben Saïd. Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Pawel Edelman. Montaje: Hervé de Luze. Diseño de producción: Dean Tavoularis. Vestuario: Milena Canonero. Distribuidora: Alta Classics. Estreno en Francia: 7 Diciembre 2011.

Filmografía de Roman Polanski:



Rower (corto, 1955)
Uśmiech zębiczny (corto, 1957)
Rozbijemy zabawę... (corto, 1957)
Morderstwo (corto, 1957)
Dos hombres con un armario (corto, 1958)
Lámpara (corto, 1959)
Gdy spadają anioły (corto, 1959)
El gordo y el flaco (1961)
El cuchillo en el agua (1962)
Ssaki (corto, 1963)
Les plus belles escroqueries du monde (1964, sólo un episodio)
Repulsión (1965)
Callejón sin salida (1966)
El baile de los vampiros (1967)
Rosemary's Baby (1968) o La semilla del mal.
Cinema Different 3 (1970)
Macbeth (1971)
¿Qué? (1973)
Chinatown (1974)
Le Locataire (1976)
Tess (1979)
Piratas (1986)
Frantic (1988) (Frenético)
Bitter Moon (1992) (Lunas de Hiel)
La muerte y la doncella (1994)
The Ninth Gate (1999) (La novena puerta)
El pianista (2001)
Oliver Twist (2005)
A cada uno su cine (2007)
El escritor fantasma (2010)
Un dios salvaje (Carnage) (2011)







Fragmento de Delirio a Dúo por Eugene Ionesco

ELLA: ¡La vida que me prometiste! Y la que me das! Dejé a un marido por seguir a un amante. ¡El romanticismo! El marido valía diez veces más, seductor! Él no me llevaba la contra estúpidamente.
ÉL: Yo no te llevo la contra por capricho. Cuando decís cosas que no son verdad, no puedo aceptarlas. Tengo la pasión de la verdad.
ELLA: ¿De qué verdad? Te digo que no hay diferencia. Esa es la verdad: caracol, tortuga, es lo mismo.
Él: De ninguna manera, No son el mismo animal.
ELLA: Vos si que sos animal. Idiota!
ÉL: La idiota sos vos.
ELLA Vos me insultás, imbécil, repugnante, seductor!
ÉL: Pero, escuchá. Por lo menos, escuchá.
ELLA: ¿Qué querés que escuche? Después de diecisiete años que llevo escuchándote. Diecisiete años ya, que me arrancaste a mi marido, a mi hogar.
ÉL: Pero eso no tiene nada que ver con la cuestión
ELLA: ¿Con qué cuestión?
ÉL: Con la cuestión que estamos discutiendo.
ELLA: ¡Se acabó! Ya no hay cuestión. El caracol y la tortuga son el mismo animal.
ÉL: No, no son el mismo animal.
ELLA: Sí, son el mismo.
Él: Todo el mundo te va a decir que no.
ELLA: ¿qué mundo? La tortuga ¿no tiene caparazón? Respondé.
ÉL: ¿Y qué?
ELLA: ¿el caracol no la tiene también?
Él: Sí. ¿Y qué?
ELLA: El caracol y la tortuga ¿no se encierran en su caparazón?
ÉL: Sí. ¿Y qué?
ELLA: La tortuga o el caracol, ¿no es un animal lento, baboso, de cuerpo curvo? ¿no es una especie de reptil pequeño?
ÉL: Sí. ¿Y qué?
ELLA: Entonces, ya lo ves. Yo pruebo lo que afirmo. ¿no se dice: Lento como una tortuga, lento como un caracol? Y el caracol, es decir, la tortuga, ¿no se arrastra?
ÉL: No exactamente.
ELLA: ¿no exactamente qué? ¿querrás decir que el caracol no se arrastra?
ÉL: Sí.
ELLA: Entonces, ya lo ves. Es lo mismo que la tortuga.
ÉL: Te digo que no.
ELLA: Testarudo, caracol Explicá por qué.
ÉL: Porque sí.
ELLA: La tortuga, es decir, el caracol, se pasea con la casa a cuestas. La construyó él mismo.
ÉL: La babosa tiene parentesco con el caracol. Es un caracol sin casa Pero la tortuga no tiene nada que ver con la babosa. ¡ah! Ya estás viendo que no tenés razón.
ELLA: Pero, explícame, zoólogo, explícame por qué no tengo razón.
ÉL: Bueno, porque...
ELLA: Decime las diferencias, si las encontrás.
ÉL: Porque... Las diferencias... también hay parecidos, no puedo negarlo.
ELLA: Entonces ¿por qué lo negás, a pesar de todo?
ÉL: Las diferencias consisten en que... En que... Es inútil, porque no querés admitirlas, y además yo estoy muy cansado. Ya te lo he explicado todo, no vamos a volver a empezar. Estoy harto.
ELLA: No querés explicarlo porque no tenés razón. No podés dar razones sencillamente porque no las tenés, Si tuvieras buena fe lo confesarías. Tenés mala fe, siempre tuviste mala fe.
ÉL: Decís tonterías, siempre decís tonterías. Vamos a ver, la babosa forma parte... O, mejor dicho, el caracol... y en cambio, la tortuga...
ELLA: Ay, basta! ¡Callate! Mejor será. No puedo seguir oyéndote divagar.
ÉL: Yo tampoco puedo seguir oyéndote. ¡No quiero volver a oír Nada!
ELLA: No nos entenderemos nunca.
Él: ¿cómo nos vamos a entender? No nos entenderemos nunca. (Pausa.) Vamos a ver. ¿la tortuga tiene cuernos?
ELLA: No me fijé nunca.
ÉL: El caracol los tiene.
ELLA: No siempre. Cuando los saca. La tortuga es un caracol que no saca los cuernos. ¿de qué se alimenta la tortuga? De lechuga. El caracol también. Por lo tanto, son el mismo animal. Dime lo que comes, te diré quién eres. Por otra parte, la tortuga y el caracol son comestibles.
ÉL: No se preparan del mismo modo.
ELLA: Y además, no se comen entre ellos. Los lobos tampoco. Porque son de la misma especie. Lo cual quiere decir, a lo más, que el uno es una variedad de la otra. Pero es la misma especie, la misma especie.
ÉL: Especie de tarada.
ELLA: ¿qué estás diciendo?
ÉL: Decía que vos y yo no somos de la misma especie.
ELLA: Podías haberte dado cuenta hace mucho tiempo.
ÉL: Me di cuenta desde el primer día. Ya era demasiado tarde. Debería haberme darme cuenta antes de conocerte. El día anterior. Desde el primer día, comprendí que no nos íbamos a comprender nunca.
ELLA: Tendrías que haberme dejado con mi marido, con el cariño de los míos, tendrías que habérmelo dicho, y dejarme cumplir mi deber. Un deber que era un placer de todos los instantes, de día y de noche.
Él: ¿qué idea te dio de venirte conmigo?
ELLA: Fuiste vos quien me arrastraste, ¡seductor! ¡hace diecisiete años! A esa edad no sabe una lo que hace. Abandoné a mis hijos. No tenía ninguno. Pero habría podido tenerlos. Todos los que hubiese querido. Habría podido tener hijos que me hubiesen rodeado, que habrían podido defenderme. Diecisiete años!
Él: Y habrán otros diecisiete! Diecisiete años más va a seguir dando vueltas a la máquina!
ELLA: Porque no querés admitir las evidencias. Empezando porque la babosa, seguro que tiene su casita escondida. Entonces, es un caracol. Por lo cual, es una tortuga.
Él: ¡Ah!, pero el caracol es un molusco, un molusco gasterópodo
ELLA: El molusco sos vos. El molusco es un animal blando. Como la tortuga. Como el caracol. No hay diferencias. Si asustás al caracol, se esconde en su cáscara, exactamente como la tortuga. Una prueba más de que son el mismo animal.
Él: Después de todo, me da lo mismo. Años enteros llevamos disputando por la tortuga y el caracol.
ELLA: El caracol, es decir, la tortuga.
Él: Como se te antoje. Ya no quiero oír hablar más de ello. (Pausa.) Yo también dejé a mi mujer. Claro, es verdad, que ya estaba divorciado. Uno se consuela pensando que eso le ha sucedido a muchísima gente. Uno no se debe divorciar. Si no me hubiera casado, no me habría divorciado. Uno nunca sabe.
ELLA: Ah, sí, con vos nunca se sabe! Sos capaz de todo. No sos capaz de nada.
Él: Una vida sin porvenir no es nunca otra cosa que una vida sin porvenir. Ni siquiera eso.
ELLA: Hay personas que tienen suerte. Los afortunados. Los desafortunados no la tienen.
Él: Tengo demasiado calor.
ELLA: Yo tengo frío. Éstas no son horas de tener calor.
Él: ¿ves cómo no nos entendemos? Nunca nos entendemos. Voy a abrir la ventana.
ELLA: Querés que me hiele. Me querrás matar.
Él: No quiero matarte. Quiero aire.
ELLA: Decías que había que resignarse a la asfixia.
Él: ¿cuándo dije eso yo? Nunca dije eso.
ELLA: Sí, lo dijiste. El año pasado. Ya no sabés ni lo que decís. Te contradecís.
El: No me contradigo. Son las estaciones.
ELLA: Cuando tenés frío, bien que me impedís abrir la ventana.
Él: Eso es lo que tengo que echarte en cara; que tengas frío cuando tengo calor, que tengas calor cuando tengo frío. Nunca tenemos frío ni calor al mismo tiempo.
ELLA: Nunca tenemos frío ni calor al mismo tiempo.
Él No. Nunca tenemos calor ni frío al mismo tiempo.
ELLA: Es porque vos no sos un hombre como los demás.
Él: ¡Que no soy un hombre como los demás!
ELLA:. No, desdichadamente, no sos un hombre como los demás.
Él: No. No soy un hombre como los demás, afortunadamente.
ELLA: ¡Desdichadamente!
Él: ¡Afortunadamente! No soy un hombre vulgar, soy un idiota. Como todos los idiotas que conociste. ¡No soy un cualquiera! He estado invitado en la casa de Princesas que iban descotadas hasta el ombligo y para tapar el escote se ponían encima chaquetitas, sin lo cual habrían estado desnudas. Tenía ideas geniales, hubiese podido escribirlas, me lo habrían pedido. Habría sido un poeta.
ELLA: Te pensás que sos más vivo que los demás; yo también lo creí, un día en que estuve loca. No es verdad, fingí creerlo. Porque me sedujiste, pero no sos más que un cretino.
Él: ¡Cretina!
ELLA: ¡Cretino! ¡Seductor!
Él: No me insultes. No vuelvas a llamarme seductor. ¿no te da vergüenza?
ELLA:  No te insulto. Te desenmascaro.
El: ¡Tortuga!
ELLA: ¡Caracol!
Delirio a Dúo
Eugène Ionesco
Año publicación: 1956




Acerca de los realizadores cinematográficos y el tratamiento que le han dado a la violencia en sus obras, ya sea aquella explícita y sangrienta como aquella sutil y difícil de registrar, ya hemos hablado mucho, y hemos tratado de resaltar las peculiaridades que se han manifestado en cada uno de ellos. Con esto queremos decir que no es lo mismo la violencia en manos de Spielberg o de Pakinpah que como la han visto Trufaut, Bresson o Michael Haneke. Múltiples factores de orden psicológico, cultural o social han condicionado esas miradas, inclusive consideraciones estéticas. La objetividad, se podría suspender, en función de la concepción del mundo y la ideología que impregna cada obra según su realizador.

En el caso de Roman Polanski, nacido en Francia el 18 de agosto de 1933, hizo sus estudios de cine en la Escuela Nacional de Cine de Łódź, en Polonia, donde también estudiaron directores, -excelentes realizadores- como Jerzy Skolimowski, Andrzej Wajda, Krzysztof Kieślowski, etc. En los inicios de la 2da. Guera Mundial, a raíz de su condición judía, sus padres emigraron a Cracovia, Polonia, lo que implicó una terrible experiencia que luego llevaría al cine.

No vamos a hacer una biografía de Polanski, que cualquier lector puede encontrar en sitios dedicados a ese menester. Sí, vamos a llamar la atención de la importante y fundamental influencia de la Escuela de Lodz, en definitiva el cine polaco y ruso, y la del cine francés, en especial la Nouvelle Vague con Jean-Luc Godard, François Leront, François Truffaut, Claude Chabrol, etc. Todos asumimos la importancia del movimiento francés en el cine universal, pero no podemos dejar de lado que en las décadas del 50 y 60 del siglo pasado las cinematografías polaca, soviética, checoeslovaca, húngaro o yugoslavo, tuvieron una gravitación estética de suma importancia.

El teatro del absurdo, su estética, recordemos que Ionesco es de origen rumano, volcó en el teatro la absurda lógica de una sociedad decadente donde la violencia cobra un protagonismo insospechado en gradiente, en subida, acrecentándose paulatinamente, reflejando los conflictos, la crisis y el caos de individuos aparentemente corteses y agradables, pero que encierran el germen, la génesis, de la enfermedad que late en sus propios hijos. La agresión va cobrando forma, los diálogos son la expresión cabal de la enajenación, las palabras no expresan lo que en realidad debieran expresar, el entendimiento se obnubila y nadie escucha a nadie y el dolor y la inconciencia, la indiferencia y la negación de la realidad se hacen dueños del hombre para sumirlo en la alienación unívoca y fatal. Este es el film de Polanski. Los lugares cerrados, los espacios que se tornan enfermizos, la absurda escenografía, la incongruencia de las actitudes y las conductas, encierran un sentimiento de total incomunicación e impotencia total ante los hechos y el mundo que los rodea. Los objetos más insignificantes se convierten en manifestaciones exageradas, en representaciones de comportamientos e inconductas, reflejo de la patológica confusión de la sociedad actual.



Uno de los personajes, Penelope Longstreet, menciona un ensayo que se encuentra escribiendo sobre Darfur, el conflicto de Darfur en Sudán, escenario de una guerra étnica, social y política jamás vista por su carácter sanguinario, guerra asentada sobre la falta del agua (el acuífero de Darfur), el hambre y las enfermedades. Mientras, la insignificante pelea de sus hijos, -uno de ellos pierde un diente- inicia una ilógica e irracional discusión donde se tocan temas como la homofobia, los fundamentos misóginos, raciales y llenos de prejuicios como parte de la agresividad del encuentro de los dos matrimonios.

En definitiva, esta comedia de terror, claustrofóbica y absurda, muestra el encierro en el cual se encuentran dos parejas, cuatro paredes donde las miserias de cada uno de ellos, y de cada matrimonio, Polanski relata como reflexión final e irónico testigo de la destrucción en la que se encuentra el hombre y sus instituciones sociales más preciadas pero a la vez más hipócritas, ya que son socavadas sistemáticamente por la mentira de un estado ético-moral impregnado de agresividad y violencia.

Héctor Correa
Punta Alta, abril de 2012

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