Mostrando entradas con la etiqueta CINE Y SOCIEDAD. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CINE Y SOCIEDAD. Mostrar todas las entradas

domingo, 23 de julio de 2017

YO, DANIEL BLAKE. Seguridad social, una dudosa realidad



YO, DANIEL BLAKE



Título original: I, Daniel Blake 
Año: 2016
Duración: 100 min.
País: Reino Unido Reino Unido
Director: Ken Loach 
Guion: Paul Laverty
Música: George Fenton
Fotografía: Robbie Ryan
Reparto: Dave Johns, Hayley Squires, Briana Shann, Dylan McKiernan, Kate Rutter, Sharon Percy, Kema Sikazwe, Steven Richens, Amanda Payne 
Productora: BBC / BFI / Sixteen Films

Premios:
    2016: Festival de Cannes: Palma de Oro
    2016: Premios BAFTA: Mejor film británico. 5 nominaciones
    2016: Premios Goya: Nominada a Mejor película europea
    2016: Premios César: Mejor película extranjera
    2016: Premios David di Donatello: Mejor film de la Unión Europea
    2016: Premios del Cine Europeo: 4 nominaciones, incluyendo Mejor película
    2016: Festival de San Sebastián: Premio del público
    2016: British Independent Film Awards (BIFA): Mejor actor. 5 nominaciones






“No acaricies mucho a un círculo porque se volverá un círculo vicioso”
“La cantante calva”
Eugene Ionesco


Dos aspectos de la película. Uno de ellos, quizá el más impactante, la cuestión de la seguridad social en el mundo desarrollado, o mejor dicho, en países como el Reino Unido, está mal, es inhumana, displicente y expulsora. El PAMI y ANSES, ambos de nuestro país, no están lejos de este panorama. Los afiliados y beneficiarios son tratados con indolente corrección, pero los métodos y sistemas, o sea, la lógica de los procedimientos no los benefician. Pero este no es el tema de esta nota, se trata de Daniel Blake, un carpintero de 59 años, con problemas cardíacos, tratando de iniciar los intrincados trámites para una pensión por discapacidad, o bien una ayuda para desempleados. 
El otro aspecto que merece ser mencionado, formal desde el punto de vista narrativo, pero sustancial desde la mirada de la esencia de esta historia destinada a mostrarnos cómo se maltrata y a veces se manda a la muerte a un hombre, como tantos que transitan y pululan por la gran ciudad, en medio de contradicciones y mecanismos legales que evaden o ignoran el riesgo de muerte del individuo con problemas que teóricamente debiera ser ayudado a resolver. El hecho es que la seguridad social no remedia nada. 




Pero para describir esta dura realidad su director, Ken Loach, apela, en cuanto al recurso narrativo, a Ionesco y a Kafka, al menos en las dos primeras partes. En el arranque de la historia, Daniel gira vanamente sobre las dificultades burocráticas, insensatas y absurdas de la supuesta seguridad social; en la segunda el desaliento de las permanentes y continuas dificultades y requisitos empieza a invadir el ánimo del protagonista que ve la solución cada vez más lejos, casi ya inalcanzable. Estas dos partes de la desatinada y kafkiana historia, conforman por sí mismas ejemplares fábulas acerca de la irracionalidad y deshumana condición que muchos sistemas y personajes imprimen a sus acciones frente a la vulnerabilidad de enfermos y afiliados de esos engranajes. Por supuesto, podemos seguir hasta el infinito, con ejemplos de casos reales, y colmar esta historia hasta hacerla el verdadero manual del desaliento y la impotencia. El valor estético y narrativo del film, está en su discreto y medido tratamiento, pero lleno de verosimilitud y realismo, valores frecuentes en el cine de Loach. Otras obras, de su filmografía, han incursionado con mucha valentía y autenticidad, en cuestiones que sobresalen por la inclemencia de las sociedades más evolucionadas del planeta. 
El tratamiento “neorrealista” y directo, no precisamente muy metafórico, de víctimas y protagonistas de hechos desgraciados, trágicos, marcó una forma cinematográfica de contar con crudeza y sin tapujos la realidad de nuestro mundo, en especial el Reino Unido, o la Europa colonialista e imperial. País que fue la cuna del "British Social Realism", también llamado “free cinema”, un movimiento cinematográfico, con realizadores, como Karel Reisz, Tony Richardson, Lindsay Anderson, Joseph Losey, Richard Lester, entre otros, a principios de los años 50 del siglo pasado, que se percató de la artificiosidad y banalidad del cine hecho en Hollywood, y la necesidad de retratar los años de pena y sufrimiento de la post guerra, llenos de ira y violencia. 



Sobre este legado, y en el actual contexto social, cultural y político, Ken Loach hace su cine.  Sus personajes transitan este mundo como pueden y enfrentando instituciones con sus peculiares relaciones humanas que son ni más ni menos producto enfermizo y tragicómico de la decadencia y el disparate social. Las relaciones interpersonales que se entretejen, la solidaridad que a veces emerge, y la desconfianza e ignorancia emocional, configuran hombres y mujeres anónimos, casi siempre, al borde del colapso y las acciones más disparatadas. Es que para Loach no hay salida sobre estas bases político-institucionales, ya que pergeñan una cultura y una psicología individualista donde la salida tiene que ver más con un trágico final que sobre el “happy end” al que nos tiene acostumbrados la gran industria del cine que ha inundado nuestras pantallas, al menos las pocas que quedan.
Por supuesto, el neorrealismo italiano es el padre de este movimiento. Quizá uno de los más importantes de todos los tiempos, De Sica, Rosellini, Visconti, Rossi, y otros directores, crearon verdaderas obras maestras sobre los devastadores efectos que produjeron sobre la sociedad de gran parte del mundo, las monstruosas guerras mundiales del s. XX. Hasta tal punto, que hasta el cine norteamericano alteró conceptual y formalmente su gran industria protectora del sueño americano.
El cine del Reino Unido no fue ajeno a este fenómeno, y “Yo, Daniel Blake” es un fiel reflejo, duro y cruel, tan duro y tan cruel como “Ladrones de bicicletas” o “Roma, ciudad abierta”.

Hector Correa
Punta Alta, julio de 2017

martes, 14 de febrero de 2017

EL CIUDADANO ILUSTRE. Un viaje kafkiano al terruño



EL CIUDADANO ILUSTRE

Un viaje kafkiano al terruño


". . . Si en todas partes del mundo el hombre es hijo de la tierra, en Las Hurdes la tierra es hija de los hombres"
· Miguel de Unamuno ·

Las Hurdes empieza donde acaba la fantasía del sueño. Parajes inundados de naturaleza, color y vida, que dan a la comarca una singularidad difícilmente irrepetible e inigualable. Entre valles y colinas, el sol y el agua dibujan paisajes de coloridos intensos en cada una de las estaciones, llegando a su máximo esplendor al eclosionar la primavera. Largos y espesos son los silencios que se extienden por la historia de esta comarca. Esto hace que sea un lugar de leyendas y tradiciones que sus gentes se resisten a perder en pro de una historia pasada y una identidad propia.


Ficha técnica:
Título original: El ciudadano ilustre.
Año: 2016
Duración: 118 min.
País: Argentina
Director: Mariano Cohn, Gastón Duprat
Guion: Andrés Duprat
Música: Toni M. Mir
Fotografía: Mariano Cohn, Gastón Duprat
Reparto: Oscar Martínez, Dady Brieva, Andrea Frigerio, Belén Chavanne, Nora Navas, Iván Steinhardt, Manuel Vicente, Marcelo D'Andrea, Gustavo Garzón, Emma Rivera
Productora: Aleph Media / Televisión Abierta / A Contracorriente Films / Magma Cine
Premios
2016: Festival de Venecia: Mejor actor (Oscar Martínez); nominado a Mejor film
2016: Premios Goya: Mejor película hispanoamericana
2016: Festival de Valladolid - Seminci: Espiga de Plata y Mejor guión
2016: Festival de La Habana: Sección Oficial de largometrajes a concurso
2016: Premios Sur: 9 nominaciones incluyendo mejor película y director




Cuando Luis Buñuel crea "Las Hurdes", en 1933, y sienta las bases del surrealismo antropológico en el género documental, no sólo le presta atención a las medievales condiciones de vida de sus pobladores, sino y en especial, a la resistencia que presentan ante la posibilidad de perder  historias pasadas y una identidad propia.
En esta historia de Duprat y Cohn, quizá el tema o el asunto que se observa y se destaca, no sea tanto el retorno del Premio Nobel de Literatura, Mantovani, como su efecto sobre los pobladores de este pequeño pueblo rural, ¡ojo! hablamos de una pequeña población de la extensa llanura pampeana bonaerense, y esto en alusión al origen de uno de sus realizadores, que, por otra parte es el autor del guión. Los que vivimos, nacimos y nos criamos, en un poblado así, de estas características, aún aquellas cercanas al Atlántico, reconocemos que así fueron y así son los caseríos que se encuentran desparramados por toda esta pampa, hoy semiabandonada, cuando no hace muchos años era surcada por el ferrocarril y no sólo por el transporte automotor. O sea, eran más prósperas y no tan conservadoras. Salas, que dicen que existe, en el norte de la provincia, es un cabal exponente de este proceso desertificador desde el punto de vista humano.




Las Hurdes (Cáceres), de Buñuel, es una pequeñísima aldea, totalmente aislada, del norte español, pobre, atrasada y muy misteriosa. Salas, un pequeñísimo poblado del norte de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, con modos y costumbres, algunas extrañas, y profundamente conservador, pero muy precario desde el punto de vista moral y cultural. El film va adentrándose paulatinamente en ese estilo de vida como va cocinando algo extraño entre Mantovani y ciertos habitantes que pasaron de algún modo en una época remota de su vida, puesto que el protagonista nació y creció en el lugar.
Hasta aquí lo que todos hemos visto de la película. Los rasgos y perfiles pueblerinos que hemos hasta sentido de esta historia y del lugar donde se desarrolla.
 Creemos que conceptualmente la obra tiene otro costado, aún más profundo y terrible. La complejidad que se va apoderando del cuento, primero con “La invitación”, que es su primer capítulo, por la cual se conecta la autoridad municipal para que realice el viaje desde España, luego con “Salas”, segundo capítulo, “Irene”, tercer capítulo, “El Volcán”, cuarto capítulo, y “La cacería” quinto y último capítulo, junto con el prólogo –la premiación en Estocolmo-,  van conformando un verdadero laberinto físico y emocional, donde se mezclan aspectos tenebrosos encarnados en personajes aberrantes, y situaciones absurdas, ridículas y desagradables, incomprensibles desde su punto de vista (de Mantovani), pero muy naturales para los habitantes de Salas. Esta mirada, un tanto aturdida, donde los hechos o las acciones de los personajes están recubiertos de los rasgos típicos del teatro del absurdo, y el clima clasustrofóbico del pequeño pueblo transitado por personajes sacados de una galería psiquiátrica, donde el protagonista entra en conflicto existencial para entender las ridículas situaciones, tal como Kafka elaboró a través de Sr. K, ayuda a creer que “El ciudado Ilustre” se entienda como un obra metafórica, simbólica, llena de miradas irónicas y tragicómicas. No sabemos si lo kafkiano emerge por una decisión de hacer una obra crítica de la realidad de ciertos sectores impregnados de hipocresía y falsa apariencia, o bien, volvemos a caer en el costumbrismo y en la pintura local por una mera intención de mostrar lo grotesco de una sociedad decandente en vías de desaparecer. No hay duda que lo kafkiano se encuentra en ambas, donde lo real y lo ficticio se mezclan y entrecruzan permanentemente. Si esta es la intención, tenemos antecedentes extraordinarios en Haneke ("La cinta blanca. Una historia infantil alemana", 2009), en Polanski (Venus in Fur, 2013), en los hermanos Coen (Fargo, 1996, No es país para viejos, 2007) y en Lars von Tier (“Dogville”, 2003). Todos films, por citar algunos, que de una u otra manera se insertan en la problemática del origen histórico de los grandes holocaustos, la violencia, y la hipocresía de los grandes discursos  morales que han pasado a la historia. Otros ejemplos: ”… informó el secretario de Seguridad Interior, John Kelly, sobre los arrestos hechos por agentes del ICE en Los Angeles, Chicago, Atlanta, San Antonio y Nueva York”. Según Kelly, esas personas "representaban una amenaza a la seguridad pública, a la seguridad de nuestras fronteras y la integridad del sistema migratorio de nuestro país".
Si esta película, desde este ángulo, y como obra cinematográfica, logra transmitir estas preocupaciones universales del hombre contemporáneo, es decir, si utilizó las herramientas estéticas y narrativas con el fin de reflejar los grandes males del mundo, del hombre como individuo, de la sociedad toda, independientemente del lugar donde se sitúe la historia y la profundidad existencial de los personajes; si los autores tuvieron como objetivo esta intención, la de describir en imágenes, habría que adentrarse en cuestiones técnicas, semánticas y del lenguaje propio del cine que, quizá, no hayan estado a la debida altura para abordarlos y así convertirse en una obra maestra. Nuestro propósito se centró en proporcionar algunas pautas, en llamar la atención sobre ella para que el espectador no la pase tan facilmente por alto, ni la ignore sólo por ser argentina.

Héctor Correa
Punta Alta, febrero de 2017






martes, 9 de junio de 2015

CONSIDERACIONES SOBRE EL CINE COMERCIAL Y EL CINE DE AUTOR



CONSIDERACIONES SOBRE EL CINE COMERCIAL Y EL CINE DE AUTOR

Cinencuentro 

Sobre ir al (multi)cine y ver películas, en el Perú

Escrito por Laslo Rojas

Lunes, 8 junio 2015


Luego de leer esta entrevista al gerente general de Cineplanet, la empresa de multicines más grande del Perú, y los comentarios que se hicieron al respecto en distintos medios online, como en el blog En Cinta del amigo Alberto Castro, algunas ideas se me vinieron a la cabeza, algunas reflexiones sobre lo que significa ver películas en estos días, en un país como el Perú.



Multicines en Lima, Peru (Foto: Agencia Andina)

Para comenzar, pienso que nos estamos equivocando si esperamos que el multicine como lo conocemos actualmente sea una especie de templo del cine, un lugar donde el visionado de ese objeto sagrado llamado película sea lo más importante. Si eso fue así en algún momento del pasado, dudo mucho que lo volvamos a vivir. (Y probablemente las personas de mi generación, treintañeros para abajo, nunca vivimos tal época dorada). Considero además que esta palpable realidad no es necesariamente algo malo, es simplemente… distinto. Intentaré explicarme en las siguientes líneas.

Con los años de experiencia que tengo como espectador/consumidor, considero que el visionado de la película dentro de un multicine no es lo principal para el negocio de la exhibición. La película se ha convertido más bien en la excusa perfecta para atraer público a estos establecimientos cuyo principal (y válido) negocio es vender popcorn y otros snacks. Estos son los productos que, así lo entiendo, les ofrecen la mayor rentabilidad a las empresas exhibidoras, así que desde el punto de vista empresarial, se entiende porqué le dan tanta preponderancia a la venta de esos productos, por encima incluso de la experiencia del visionado de la película.

Por ejemplo, sobre la cada vez más extendida práctica de vender popcorn dentro de la misma sala, e incluso durante la proyección de la película: Es poco probable que las empresas exhibidoras (los multicines) estén haciendo esto si saben que van a mortificar y espantar a su público, sus preciados clientes. Todo indica que el público en general –no nosotros, “los cinéfilos”- le da más importancia a comodidades como esa venta delivery que a la proyección inmaculada y sin interrupciones de una película. El público quiere ver la película, sí, pero al parecer no les molesta perderse unos minutos del filme para atender al vendedor de canchita. (Por cierto, tampoco les molesta salir un toque al baño, o chequear su celular. Elaboraré sobre esto último más adelante). 

“Ir al cine” se ha convertido, pues, en una experiencia que se desarrolla alrededor de la proyección de la película, pero que no se limita a eso, para nada, sino que incluye el consumo de otros aditamentos, comidas, bebidas, así como servicios extras, proyección en 3D, salas con sillones especiales con efectos de movimiento, sonoros, etc. Y todo esto por supuesto, compartido con nuestros amigos o familiares. “Ir al cine” es una experiencia social. Lo sigue siendo, en todo caso.

Sin embargo a mí me gusta pensar que en la actualidad “El Cine” no se limita al multicine. Para mi “Cine” es ver una película en esa sala oscura, con sillones grandes y olor a popcorn, como también lo es ver un blu-ray en un buen TV LED, darle play a ese archivo de video que descargué o que elegí en el app de Netflix en mi laptop o tablet.

Como decía, ver una película ha sido siempre una experiencia social. Es cierto, al ver la película está uno y las imágenes, esa es la relación inicial que se establece, de uno a uno, aparentemente solitaria dirían algunos. Pero al mirar estas imágenes se dispara también la necesidad de compartir nuestras sensaciones sobre lo que acabamos de ver. Antiguamente uno esperaría a que terminara la proyección, para luego conversar sobre el filme con los amigos, tomando un café. En ocasiones, se llegaba a comentar algo, brevemente y en voz baja durante la misma proyección. Así de fuerte es la necesidad de compartir la experiencia de ver una película.

En nuestros días esto es así: Uno sigue queriendo compartir estas sensaciones con los demás, utilizando entre otras cosas las herramientas con las que contamos hoy, léase el smartphone. Pero las normas sociales que ha establecido desde siempre una sala de cine no son compatibles con estas recién adquiridas costumbres: mantenerse callado y quieto a oscuras, durante dos horas seguidas, es un reto para más de uno. Aquí es cuando aparece como opción ideal el visionado de una película en la comodidad de tu hogar.

Al ver una película en casa, uno puede interrumpir el visionado a voluntad, para ir al baño, prepararse algo de comer, o chequear Facebook en el celular sin molestar a nadie, o repetir esa última escena que te gustó tanto o que no lograste entender completamente. Ventajas notables que, como todos sabemos, no se pueden conseguir en un multicine. 

Desde hace ya un buen tiempo, realizar alguna de estas actividades durante el visionado de una película dejó de ser para mí un pecado mortal. Esto fue algo que sentí validado cuando, al ver películas en casa junto a amigos que son mucho más tradicionalistas que yo al respecto (del tipo de los que aman el celuloide y extrañan los cines de barrio), noté que incluso ellos, puristas entre los puristas, no tenían reparos en revisar sus smartphones durante los tiempos muertos de la película rumana de turno. Ningún cinéfilo murió por hacer esto, ni modificó su valorización final de la película.

Viendo nuestro cine



Viaje a Tombuctu

Respecto a la discusión sobre el maltrato que recibe el cine peruano de parte de los multicines: Me parece que desde hace un par de años, las empresas exhibidoras han dejado de considerar al “cine peruano” como una categoría única. Para los multicines las películas peruanas ahora son o “películas de géneros comerciales” o “el otro cine”, tal como subdividen al resto de películas de otras latitudes. Para bien o para mal.

Desde la aparición de Asu Mare, los multicines se dieron cuenta que podían considerar a una película de “cine peruano” como “película comercial”, con las posibilidades de negocio que eso significaba para todas las partes involucradas, productores, exhibidores, distribuidores, etc. (E incluso con ventajas respecto a los blockbusters gringos: aca sí tienen a las estrellas de los filmes locales a su entera disposición, para promocionar día y noche sus productos/películas en medios masivos, una herramienta de marketing que Hollywood explota sin piedad). 

Mientras tanto, el resto de películas nacionales, las “cintas de autor” que les dicen, continuarían recibiendo el trato que reciben todas las otras películas de intéres del cine mundial que logran asomar por nuestro país. Así, lo que por estos días sufre la peruana “Climas” (ser exhibida solo en cinco salas, en 16 funciones al día), lo sufrieron en su momento las estadounidenses “Boyhood” y “Foxcatcher”, o la japonesa “Like Father, Like Son”, por mencionar solo algunos estrenos recientes de películas de primerísimo nivel.

Retomando un poco la idea inicial de este rant: No creo que el multicine sea el lugar ideal para esperar ver ese “otro cine”, el peruano o de otras procedencias. El multicine y su público no son compatibles con ese cine distinto, que requiere mayor atención del espectador. Una “película de autor” sufre en ese ambiente rodeado de blockbusters y cajas de popcorn. Me que parece en vez de esforzarnos en lograr el preciado estreno de estas películas en multicines, deberíamos comenzar a crear más salas alternativas a este circuito comercial, algo que cineastas como la directora de “Climas” también propone, imitando lo que se hace en grandes ciudades del mundo.

Otros espacios ideales para ese “cine distinto” son las nuevas pantallas, que ya no son tan nuevas, y las cuales considero tan Cine (en mayúscula) como las pantallas del multicine o de la sala independiente. Me refiero a la proyección casera en todas sus variantes, en televisores, en computadores, en tablets.

Sí, siempre escucharemos a los que exigirán y desearán ver aquel esperado nuevo filme portugués o turco en “el cine”, en pantalla grande, con sonido Dolby, a oscuras y sin interrupciones mundanas. ¿Pero qué si estás condiciones tan específicas no se llegan a dar nunca? ¿Se deja de ver aquel venerado filme, y se queja uno eternamente? ¿O nos adaptamos a los tiempos que corren, tomamos las herramientas con las que contamos, y vamos moldeando un nuevo estándar de visionado de películas?

Más que “renunciar y resignarse” a no tener nuestras películas favoritas proyectadas en pantallas gigantes en un sistema inventado hace más de un siglo, creo que debemos buscar opciones y así renovar la experiencia de ver cine. Porque al final de cuentas lo más importante siempre han sido las imágenes, las historias, y el feeling de verlas, oírlas y compartirlas, mucho más importante que el soporte, el ecran, la pantalla o los pixeles.


Carlos dice:

8 junio 2015

“La película se ha convertido más bien en la excusa perfecta para atraer público a estos establecimientos cuyo principal (y válido) negocio es vender popcorn y otros snacks. Estos son los productos que, así lo entiendo (…)”

Esto es desmentido por el gerente de Cineplanet en la entrevista. ¿Hay alguna fuente que confirme este parecer? Personalmente, no me parece apropiado argumentar parte de un artículo de acuerdo a lo que el autor “así lo entiende”.

Laslo Rojas dice:

9 junio 2015

Lo que el gerente de Cineplanet dice en la entrevista es que el mayor porcentaje de sus ingresos brutos (del “ticket”) proviene aun de las entradas al cine. Lo que no dice aquí es qué lado del negocio les es más RENTABLE, si la venta de snacks o la venta de entradas. 

Respecto del negocio del popcorn en la industria de los multicines recomiendo que lean el libro “Cultura Mainstream”, en particular estas páginas: “…la rentabilidad del cine no reside tanto en las entradas como en las concesiones, cuyos ingresos conservan íntegramente el exhibidor”

Aquí el libro completo http://es.scribd.com/mobile/do.....Mainstream


Cinencuentro 2005 - 2015 · Publicado con WordPress
       

Punta Alta, 09 de junio de 2015

martes, 18 de noviembre de 2014

EL CINE Y LA INDUSTRIA CULTURAL AMERICANA



Cineastas internacionales alertan de la 'colonización' de la industria cultural americana





Los directores Camilo Cavalcante, de Brasil; Alexandre Powelz de Alemania; y el actor franco-argelino Nabil Asli, han explicado las dificultades para sacar adelante una película "de autor"

Cineastas de Brasil Argelia y Alemania, competidores de la sección oficial del Festivas de Cine Independiente de Ourense (OUFF), han alertado de la "colonización" de las salas de cine a cargo de las series de televisión, además de la ya constatada de las películas americanas, en concreto las del ámbito estadounidense.
En un encuentro con los medios de comunicación, los directores de cine Camilo Cavalcante, de Brasil; Alexandre Powelz de Alemania; y el actor franco-argelino Nabil Asli, han explicado las dificultades para sacar adelante una película "de autor" o de contenido "social" independiente respecto al circuito comercial, sobre todo las económicas y la falta de lugares de exhibición.
En ese sentido, Cavalcante ha detallado que los cineastas independientes se encuentran con que las salas imponen el cine más comercial "en el que ya no sólo hay colonización del cine americano, como siempre, sino el de las series de televisión que la gente quiere ver en cine con los mismos personajes y guión", y según Asli y Powelz, lo mismo ocurre ya en Francia y el Alemania.


Autor: Ziraldo 


PELÍCULAS SIN PÚBLICO
En el caso concreto de Argelia, según ha señalado Asli, hay pocas salas de cine "en general, ni siquiera para el comercial", así que las dificultades de financiación "generalizadas para este tipo de cine, en cualquier parte del mundo", se ven ampliadas por la seguridad de que sólo se podrán ver las películas de temática social en festivales y salas fuera del país.
Por su parte, Cavalcante ha detallado que la película 'La historia de la eternidad' con la que compite en el OUFF tardó 13 años en reunir la financiación necesaria. "Así que sólo hace falta paciencia y persistencia", ha añadido y ha explicado que precisamente en su región, en Pernambunco, hace seis años inició su andadura el concurso anual público Funcultura, para destinar dinero a proyectos cinematográficos "así que resulta algo más fácil" pues se puede concurrir varios años para aspectos diferentes de una película.
En Alemania, según ha apuntado Powelz, el proyecto de su película 'Sin tí' (Ohne dich) hay apoyo en los diferentes estados y "lo complejo es decidir a cuál acudes en busca de financiación porque eso implica que luego tienes que grabar allí". Ha detallado, además, que el proyecto de su primera película, la que compite en el OUFF, surgió en 2009, por lo que consideró "relativamente fácil" conseguir los fondos en su país para una primera película "y además nadie te dice lo que tienes que hacer ni hay presiones en ese aspecto", agregó.
Por su parte, el actor argelino de 'La prueba', Nabil Asli, ha comentado que la financiación de películas en Argelia "es difícil como en todas partes", pero lo peor es la distribución. "Allí no hay salas de cine y cada año pueden hacerse unas mil películas que nadie del país podrá ver así que sólo queda recorrer festivales y ésta que protagonizo ya estuvo en 20, hasta en Líbano o Dubai", ha abundado.
 
PODER DE ESCOGER
Por otra parte, los tres cineastas se presentaron para dar a conocer las películas que representaron en el encuentro con los medios de comunicación. Celavante, ha explicado de su película, grabada en una pequeña comunidad de Prenambunco, que es una "tragedia fabulada" sobre los sueños, "en un tiempo en el que el mundo es escéptico y cínico en el que las personas confunden sueños con consumo".
En ese sentido, ha dicho que habla del alma humana y de las relaciones personales de forma franca, directa y honesta a partir de tres mujeres con edades entre los 15 y los 70 años y sus "amores en bruto".
Según el director, su película supone una contradicción pues habla del poder de la mujeres y de su capacidad de decisión "para abrir la puerta a un hombre o no", en un país en el que las mujeres son maltratadas. "Así provoco a la sociedad brasileña, que aún es muy machista", ha apostillado.
Powelz ha centrado su primer largometraje en tres mujeres que se conocen después de haber sufrido alguna pérdida, rodada en Stuttgart, ciudad que le ha recordado a Ourense "porque ambas parecen estar metidas en una olla, y transmiten la sensación de que algo se está cociendo en ellas y a veces se sale para fuera". Sus historias de mujeres muestran, según ha sostenido, que en situaciones dramáticas "ellas tienen más recursos y reacciones más interesantes" que los hombres, que suelen escoger "las reacciones más simples".
Según el cineasta alemán, su país "parece abierto e igualitario" pero en realidad son las mujeres las que tienen que decidir entre tener hijos o trabajar "y tienen que optar por retrasar la maternidad, lo que origina una sociedad envejecida, por esa falta de igualdad".
Por su parte, el actor argelino interpreta a un hombre estéril "tema casi tabú y poco presente en la cinematografía de Argelia, pues se considera a las mujeres las culpables de no poder tener hijos", lo que supone un tema complejo que aún se complica más por el entorno familiar del hombre, cuya esposa era viuda y tenía ya dos hijas, y porque aparece, en otra ciudad, una mujer que dice estar embarazada de él. Asimismo, ha destacado de la película la visualización de un ser humano "en situación de debilidad y sintiéndose solo".
La sección oficial del 19 OUFF cuenta con diez largometrajes en competición, que se suman a las proyecciones de otras secciones como la de documentales, películas inéditas en Ourense, panorama de Galicia, cine y vino y sesiones especiales, durante toda la semana hasta el día 23, en el que la clausura será con la proyección de 'Shimbare', dirigida por Álex Sampayo.

17/11/2014

La Región | Diario de Ourense y su provincia, fundado en 1910.


© La Región S.A.
Contenidos con licencia Creative Commons

martes, 14 de octubre de 2014

CINEASTAS INTERNACIONALES ABORDAN TEMAS COMO LA RELIGIÓN, EL SEXO, LA POLÍTICA Y LOS VICIOS



Vargas Llosa y Peter Gabriel trabajan para la película "Words with Gods"Vargas Llosa será el curador de las nueve historias que dan vida a "Words with Gods"





MEXICO.- El Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y el músico británico Peter Gabriel se suman al equipo de Guillermo Arriaga para su película "Words with Gods".

Arriaga anunció el viernes la incorporación del escritor peruano como el curador de las nueve historias que dan vida a "Words with Gods" ("Hablar con Dioses"), mientras que el ex vocalista del grupo Génesis será el encargado de componer la música de entrada del filme, además del tema musical de cierre para los créditos y un cortometraje que acompaña a la cinta.

"Estamos muy agradecidos con la enorme generosidad de Mario Vargas Llosa y Peter Gabriel, quienes aceptaron gustosos formar parte de este proyecto que nos llena de tanta ilusión", dijo el escritor y cineasta mexicano en una rueda de prensa en la Ciudad de México.

"Nunca nos imaginamos que terminaríamos yendo al cine con Vargas Llosa, mucho menos que terminaríamos desayunando en la casa en Londres de Peter Gabriel. ¡Es en verdad un lujo!", añadió.

"Words with Gods" forma parte del proyecto encabezado por Arriaga "The Heart Beat Of The World", una iniciativa fílmica surgida en 2011 en Latinoamérica que incluye cuatro largometrajes dirigidos por un grupo de reconocidos cineastas internacionales que abordan los temas de religión, sexo, política y vicios.

Arriaga, postulado a un Oscar al mejor guion original por "Babel" (2006) y ganador del premio al mejor guion en Cannes por "Los tres entierros de Melquiades Estrada" (2005), relató que buscaban a una persona que hallara la forma perfecta de entrelazar las nueve historias de este filme mexicano.

"Queríamos que esa persona fuera un intelectual, así que elegimos a Mario (Vargas Llosa). Hablamos con él, luego nos reunimos, vio la película dos o tres veces. Después de ver las imágenes, se fue a su casa y por la noche me llamó para decirme que ya lo tenía resuelto", dijo el también director.

"No queríamos traer a un editor que sólo juntara las historias, debía haber una razón de ser, una lógica de por qué un corto y luego otro, y Vargas Llosa fue en definitiva esa persona que tanto buscábamos", agregó el productor Alex García, socio de Arriaga en este proyecto junto con productor el argentino Lucas Akoskin.

Arriaga recordó que el primer encuentro con Peter Gabriel sucedió en noviembre de 2011, cuando el británico visitó la capital mexicana para ofrecer un concierto en el Auditorio Nacional.

"Peter nos recibió en su hotel y se enganchó de inmediato con la idea de participar en la película. Platicamos durante horas, nos enseñó canciones, videos. De hecho, la película arranca con un video que hizo él", dijo.

El escocés Lorne Balfe, conocido por su trabajo en películas como "Sherlock Holmes: A Game of Shadows", "Kung Fu Panda 2" y "The Bible", fue el encargado de la música incidental de "Words with Gods", que se encuentra en plena etapa de postproducción.

Arriaga, cuyos créditos como guionista también incluyen "Amores Perros" y "21 Gramos", explicó que "Words with Gods" es un filme que abordará las diversas religiones en el mundo de forma respetuosa.



"La idea de hacer esta película es acercar a los seres humanos. Hay temas que nos han dividido y la religión ha sido uno de ellos. La religión tiene que ser un punto de encuentro, no de lejanía. Buscamos mostrar que aunque pensamos de manera distinta, no significa que no podamos entendernos", señaló el también autor del libro "El búfalo de la noche".

El proyecto cuenta igualmente con la colaboración del director español Álex de la Iglesia, el brasileño nacido en Argentina Héctor Babenco, el iraní Bahman Ghobadi, el israelí Amos Gitai, el serbio Emir Kusturika, la india Mira Nair, el japonés Hideo Nakata y el australiano Warwick Thornton.

"Buscamos que cada director que participa tuviera una cercanía con la religión que retrata en su trabajo. Mario Vargas Llora ordenó las historias de acuerdo al origen histórico de cada religión, le dio una cronología", comentó Arriaga. "Era difícil organizarlo, complicado, y casualmente ese orden también le dio cierto balance editorial".

Arriaga se sumó a la lista de realizadores que participan en "Words with Gods", donde abordará el tema del ateísmo. Adelantó que el cortometraje que dirigió, protagonizado por Demián Bichir, se filmó en formato de 35 mm, con locaciones en el estado mexicano de Veracruz. Las ocho historias restantes se rodaron en Australia, Brasil, India y Japón.

Sobre el actor mexicano nominado a un Oscar por su trabajo en "Una vida mejor" (2011), dijo que "el compromiso que mostró Demian fue mucho, porque lo puse a subir y bajar un cerro bajo una temperatura de 6 grados, recién había llegado de Tokio".

Los títulos de los otros tres largometrajes que forman parte de "The Heart Beat Of The World" son "Encounters", que estudiará el sexo como identidad, expresión y diferencia; "Into the Bloodstream", que reflexionará sobre la relación del individuo, las culturas y las sociedad con las sustancias que se ingieren, inhalan, beben o fuman; y "Polis", que sumergirá al espectador en la sustancia de la vida política.

14 de octubre de 2014

Powered by OverKontrol - Grupo Diario Libre © Todos los derechos reservados.

domingo, 12 de octubre de 2014

DIÁLOGO SOBRE CULTURA Y RELIGIONES



Busca Arriaga diálogo sobre cultura y religiones - Grupo Milenio

11 de octubre de 2014

Busca Arriaga diálogo sobre cultura y religiones



El cineasta presentó la cinta 'Words with Gods' en el Festival Internacional de Cine de Chicago.

Guillermo Aarriaga presentó la cinta ‘Words with Gods’ en el Festival Internacional de Cine de Chicago. (CuartOscuro )

EFE 10/10/2014

Chicago 

El director y guionista mexicano Guillermo Arriaga presentó Words with Gods en el quincuagésimo Festival Internacional de Cine de Chicago, una película que fue creada para despertar en el público "un diálogo sobre cultura y religiones".

"De niños siempre nos dijeron que no se podía hablar en la mesa sobre religión, sexo, política o drogas", declaró a Efe en un a entrevista telefónica.

"Pero esos temas han sido superados, ya no podemos pelearnos sino que debemos encontrar puntos de encuentro para que nadie se a rechazado o muerto por su religión, preferencia sexual o política", agregó.

En su opinión, "tenemos que conocernos unos a los otros y dialogar", y con ese concepto ideó tres años atrás una antología qu e reunió a nueve directores y a más de mil personas.

"Fue un esfuerzo de una diversidad nunca vista en el mundo cinematográfico", expresó el cineasta que tiene en su haber produc ciones exitosas como Amores perros (año 2000), 21 gramos (2003) y Babel (2006).

En Words with Gods se abordan durante dos horas las relaciones entre las diferentes culturas y religiones, a cargo de "directores admirados por su visión autoral", pero también comprometidos o cercanos a lo que iban a tratar.

Al australiano Warwick Thornton le correspondió la espiritualidad aborigen, filmada en el desierto; el argentino -brasileño Héctor Babenco filmó sobre la religión umbanda en la ciudad de San Pablo y Mira Nair, de la India, lo hizo sobre el hinduísmo en Mumbai.

El director serbio Emir Kusturica abordó el cristianismo ortodoxo en las montañas de su país; Bahman Ghobadi, de Irán, se enf ocó en la fe islámica en Turquía, y el israelí Amos Gitai trabajó sobre el judaísmo y la integración multicultural en Israel.

El curador del proyecto fue el escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien según Arriaga fue incorporado como "un pensador" pa ra ayudar a que los diferentes segmentos tuvieran "peso y sentido".

"Nadie mejor que un gran contador de historias, que le otorgó demás a nuestro trabajo un marco de análisis y crítica", dijo A rriaga sobre el ganador del Premio Nobel de Literatura de 2010.

El rodaje de la película en nueve países demandó un año y tres meses, a lo que se agregaron animaciones realizadas por la artista visual Maribel Martínez y la música compuesta por el inglés Peter Gabriel, de quien Arriaga destacó su "enorme humildad y generosidad".

Words with Gods se presentó recientemente fuera de competencia en los festivales internacionales de cine de Venecia y Río de Janeiro, y después de Chicago se verá el mes que viene en Los Cabos.

Arriaga dijo que antes de llegar a la difusión comercial de la película se realizarán exhibiciones para líderes religiosos, p olíticos, activistas sociales y universidades.

"Queremos crear una plataforma distinta, un boca a boca durante seis meses, para que la gente vaya a verla con un ánimo disti nto y salga con ganas de discutir y dialogar en el café o durante una cena", concluyó.

Insertado desde http://www.milenio.com/hey/cine/Guillermo_Arriaga-Words_with_Gods-Festival_Internacional_de_Cine_de_Chicago_0_388161485.html

sábado, 11 de octubre de 2014

VIOLENCIA. EL NARCOTRÁFICO VISTO DESDE DIVERSAS DISCIPLINAS




Confabulario retrata los perfiles de la violencia

Redacción| El Universal
CIUDAD DE MÉXICO | Viernes 19 de septiembre de 2014


Violencia. El narcotráfico visto desde diversas disciplinas.

Cine, narcocorridos y la despolitización de la novela policiaca mexicana en el número de este domingo
El tratamiento de los asuntos del narcotráfico en diversas disciplinas artísticas en México es el tema del próximo número de Confabulario, el suplemento cultural de EL UNIVERSAL.
Oswaldo Zavala, profesor-investigador de The City University of New York, escribe un ensayo sobre el fenómeno de "despolitización" de la novela policiaca mexicana reciente que trata asuntos del narcotráfico, en la que, a juicio del estudioso, no se registra críticamente la interacción y complicidad de narcos y autoridades.

Anna Kingsley, especialista de estudios latinoamericanas de Royal Holloway-University of London, presenta la trayectoria de la artista conceptual Teresa Margolles (Culiacán, 1963), quien ha utilizado restos de escenas en los que se han cometido actos violentos ligados con el narcotráfico para crear sus obras, por lo que se le ha acusado de transgredir normas éticas para tener éxito en el mercado del arte.

Ignacio M. Sánchez Prado, catedrático de Washington University at St. Louis, Misuri, analiza cuatro películas mexicanas producidas en la última década que han tratado el asunto del narco: Miss Bala, Heli, Salvando al soldado Pérez y El Infierno, y señala cómo estos filmes manejan una perspectiva pensada para las clases medias del país, en contraposición con las películas de los años setenta y ochenta que trataban el asunto del contrabando pero con una óptica dirigida a públicos provenientes de las clases bajas.

José Manuel Valenzuela Arce, investigador del Colegio de la Frontera Norte, presenta los cuatro momentos históricos del narcocorrido, y el diferente tratamiento que este tipo de música ha dado a la vida ligada al contrabando de droga, al tiempo que utiliza el concepto de la banalidad del mal, acuñado por Hannah Arendt, para analizar las letras de los corridos más recientes.


En la sección de crítica de artes, Mauricio Matamoros Durán reseña la película Días de venganza (Oldboy), dirigida por Spike Lee, basada en el filme de culto del cineasta coreaba Chan-wook Park, e Iván Martínez comenta el concierto de la Orquesta Philarmonia de Londres, y el del Trío Guarnieri de Praga, que tuvieron lugar la semana pasada en el Auditorio Nacional en el Palacio de Bellas Artes, respectivamente. Juan Hernández reseña el montaje de la obra Santificarás las fiestas, de Conchi León, que corre temporada en el Centro Cultural del Bosque de la ciudad de México.


cvtp

domingo, 20 de julio de 2014

EL FUTURO DEL CINE Y EL MUNDO ASIÁTICO SEGÚN LA OPINIÓN DE CRISTOPHER NOLAN





Entrelíneas
Muerte y resurrección del cine

Por Marcelo Stiletano

Faltan algo más de tres meses para el estreno global y simultáneo de Interstellar. El 6 de noviembre llegará a los cines argentinos esta fantasía espacial de Christopher Nolan, que de nuevo, como viene ocurriendo desde Memento, recuerdos de un crimen, y sobre todo a partir de su trilogía sobre Batman y El origen, despertará con toda seguridad fascinaciones y enojos al mismo tiempo.

Antes de que vuelva a hablarse de la destreza visual del realizador y de que a la vez reaparezca la desconfianza de muchos frente a sus disquisiciones filosóficas, Nolan se anticipó con otra invitación a la polémica, esta vez escrita y con su firma. En un artículo de opinión publicado el 7 de este mes en The Wall Street Journal, se enfrenta a quienes ya declararon la muerte del cine y augura su resurrección.

La nota se conoció en un contexto que parece darles la razón a los escépticos. En el verano boreal, momento en que Hollywood espera los mayores ingresos del año, la taquilla se desplomó con una baja del 20 por ciento respecto de igual período de 2013, con números todavía más calamitosos en el crucial fin de semana del 4 de julio.

Buscando culpas todos miran en primer lugar a Transformers 4, que encabeza la lista de franquicias, secuelas y continuaciones que no estuvieron a la altura de las expectativas. Fracasaron allí también otras apuestas a gran escala, como las nuevas aventuras del Hombre Araña, Godzilla y Cómo entrenar a tu dragón 2.

Pero al mismo tiempo, desde el otro lado del globo terráqueo, asomó con los mismos actores (y distintos números) la mirada más optimista del cuadro. Gracias sobre todo a la nueva aventura de Transformers, cuyo multimillonario presupuesto se vio respaldado en gran parte por capitales chinos, el gigante oriental compensa las pérdidas con un aumento del 22 por ciento en un año de sus ingresos por boletería. ¿También en el cine, como en tantas otras actividades, el eje de mayor influencia se irá desplazando inexorablemente hacia el Pacífico y hacia el mundo asiático?

En su análisis, Nolan también pone el foco en los números. Lo primero que señala es una verdad de Perogrullo: los estudios procuran minimizar costos y maximizar ganancias. Y esta dirección es la que los lleva, por ejemplo, a deshacerse definitivamente del soporte fílmico y cambiarlo por el digital. La diferencia de costos entre uno y otro, por pantalla, va de los 600 a los 80 dólares. De hecho, el artículo aparece acompañado de un cuadro en el que Hollywood calcula una ganancia del 5 por ciento anual, de aquí a 2018, gracias sobre todo a los ingresos en concepto de entretenimiento hogareño. Nolan nos dice que los ejecutivos de las grandes corporaciones del entretenimiento hoy tratan a las películas como torrentes de datos. De esta manera, a juicio del director, las películas recorrerían infinitas rutas virtuales bajo la acotada definición de "contenidos", mención que a primera vista aspiraría a jerarquizar sus valores, pero que en el fondo no hace más que "trivializar esas diferencias formales que siempre han resultado importantes para los creadores y para el público". Esos contenidos pueden llevarse, verse y escucharse en toda clase de plataformas móviles y pantallas, desde celulares y relojes hasta surtidores de estaciones de servicio. "Nos quieren hacer creer que los cines deberían reconocerse como una más de estas plataformas, aunque con pantallas más grandes y asientos con posavasos", explica.




No todo es igual, quiere decirnos Nolan. Y agrega: "La industria apunta hacia ese futuro bastante desalentador, un futuro que, aunque llegara, no duraría. El cine no se puede definir únicamente por la tecnología, ya que dejaríamos de lado otros elementos fundamentales muy poderosos: la atemporalidad, el viaje hacia otros mundos, la experiencia compartida de esas historias".

Conviene detenerse en este último punto, porque para Nolan (y no sólo para él) es el elemento crucial, el nudo de un planteo que desde una evaluación poco auspiciosa se proyecta hacia dimensiones mucho más optimistas. Dice el director que la experiencia cinematográfica que vivimos dentro de una sala es distinta, pero tal vez no lo suficiente como para darnos cuenta. Lo que señala es que, naturalmente, siempre estaremos dispuestos a invertir nuestro dinero en compartir las obras pensadas por los estudios y los realizadores para ser vistas, experimentadas y compartidas en un espacio común, el de las salas de cine (theatrical experience). "Muchos nos quejamos de los espectadores que molestan en las salas, pero a la vez sentimos una punzada de decepción cuando nos encontramos con un cine vacío, ¿verdad?", se pregunta.

Para Nolan, lo mejor está por llegar. "Los cines del futuro serán más grandes y más bellos que nunca. Invertirán en formatos novedosos que ya no se podrán clonar en nuestros hogares. Y así el público disfrutará de un producto exclusivo y los estudios volverán a entender el valor económico de sus historias y la importancia de escalonar la venta de sus productos", completa, en una suerte de renovada apología de un concepto que parecía envuelto en una crisis irreversible frente a esa tormenta perfecta generada por la piratería y el streaming: la idea de la primera ventana de una película en el cine y sólo en el cine.

Aplicando a su razonamiento la idea del tiempo circular que aparece en algunas de sus películas, Nolan vaticina esta suerte de relanzamiento desde un concepto circular del tiempo aplicado a la historia del cine. Dice que algo similar ocurrió cuando la televisión amenazaba por primera vez la hegemonía del cine y éste le respondió "con las pantallas panorámicas y el sonido multipista". Y que algo parecido pasará de aquí en adelante.

Tal vez Nolan aparezca envuelto en un optimismo exagerado y difícil de sostener. Pero en el camino encuentra más de un aliado. A. O. Scott, el gran crítico de cine de The New York Times, acaba de sugerir en su análisis de la magnífica El planeta de los simios: confrontación, que la interpretación de Andy Serkis como César, el líder de los primates, contribuirá como pocas a redefinir el sentido de la actuación cinematográfica en esta era digital. "La expresividad de su rostro y su lenguaje corporal son tan precisos que resulta casi imposible decir dónde termina su arte y dónde comienzan los exquisitos artificios creados como efectos especiales por la empresa Weta", señala Scott. Agregaría Nolan que sólo es y será posible apreciar ese virtuoso ida y vuelta en una sala de cine. Tal vez tenga razón...

Copyright 2014 SA LA NACION | Todos los derechos reservados
Fuente:
http://www.lanacion.com.ar/1711423-muerte-y-resurreccion-del-cine?utm_source=n_op_nota1

sábado, 8 de marzo de 2014

LA NOCHE DEL OSCAR Y UNA TOMA PARA LA NATIONAL GEOGRAPHIC



Autorretrato de grupo con señora





lanacion.com| Tecnología


Sábado 08 de marzo de 2014 | Publicado en edición impresa.



La compu

Autorretrato de grupo con señora


Por Ariel Torres | LA NACION

Twitter: @arieltorres


No tenía pensado volver a hablar de fotos esta semana. De hecho, otra columna estaba casi lista para el despegue. Pero entonces, el domingo a la noche, durante la ceremonia de entrega de los premios Oscar, una autofoto rompió el récord histórico de retuits, colapsó la red de microblogging y al mismo tiempo la consagró, mostró que alguien en Samsung tiene clarísimo cómo manejar el marketing digital, inspiró una incontenible cascada de imitaciones, ninguna ni por asomo tan lograda, y se transformó en un ícono de los tiempos. OK, ¿pero por qué?

Antes de bosquejar algunas teorías, varias salvedades. Primero, Ellen DeGeneres tiene 27 millones de seguidores; no es tampoco una sorpresa que haya logrado semejante repercusión. Segundo, tengo mis serias dudas de que la imagen haya sido tan espontánea como se pretende, y creo que eso no le resta mérito. Por el contrario, se lo añade. Las autofotos son lo opuesto a la espontaneidad; no hay nada más posado que una autofoto. Pero ya volveré a eso.

Tercero, no fue sólo Twitter. Fue sobre todo la TV. No sólo porque se vio por la tele el momento en que los actores se hacían el selfie, sino porque Ellen lanzó al aire la consigna de "que sea la foto más retuiteada de la historia". Con varios cientos de millones de espectadores en tiempo real, si una persona tan querida y carismática como Ellen pide retuit (RT, en la jerga), bueno, es raro que no llegue a los 3,3 millones que había alcanzado al cierre de esta edición. Lo digo porque se comparó el récord de DeGeneres con el inmediatamente anterior, el de la foto de Barack Obama y su esposa en noviembre de 2012, tras ganar la reelección como presidente de los Estados Unidos. Cierto, superó este récord, y eso es un dato revelador sobre el comportamiento de las redes sociales, pero no son fenómenos comparables.

Pero no fue solamente el avasallador poder mediático de la televisión en combinación con la ubicua red de los trinos lo que motivó su ascenso a la categoría del selfie más famoso de la historia. Fue la foto en sí, tomada en realidad por Bradley Cooper. La imagen es, desde muchos puntos de vista, excepcional. Éstos son algunos apuntes que fui tomando en la semana.

Es una buena foto

No tanto gracias al pulso de Bradley, aunque eso contribuyó, sino más bien a la abundante iluminación de que disponían allí, al pie del escenario, la foto no salió movida y quedó bien expuesta y en foco. Ya sabemos los lamentables resultados que se obtienen con un smartphone, si las condiciones de luz son pobres. No sé si alguien, rápidamente, la mejoró un poco entre que la sacaron y la postearon, pero está claro que el material de base ya era muy bueno. Al revés que las otras tomas que tuiteó Ellen esa noche, que, como mínimo, son olvidables. Aunque esto, vale la pena notarlo, no fue obstáculo para que alcanzaran niveles de RT demenciales. Esta imagen, movida, fuera de foco, casi seguramente disparada sin querer, tuvo casi 175.000 RT y más de 270.000 personas la marcaron como favorito.

Como pueden ver, en comparación, el retrato de grupo que tomó Bradley es una obra maestra. Y no sólo desde el punto de vista de la calidad de la toma.

Además, está bien compuesta

Como se sabe, en la ceremonia de los Oscar todo se ensaya, todo está minuciosamente guionado. Es improbable que este acto en particular haya quedado librado al azar. Después de todo, Samsung es uno de los principales sponsors del show. Creo que ni en sus sueños más locos los responsables de marketing de la compañía coreana imaginaron semejante éxito de taquilla en los ásperos e impredecibles medios sociales (sólo hubo un 8% de reacciones negativas), pero seguro que dejaron ciertas bases asentadas en un contrato. No tengo, sin embargo, ningún dato para confirmar si la idea de hacer autofotos fue de Ellen -como dijeron oficialmente-, de un despabilado productor del show o de un ejecutivo de Samsung. En todo caso, fue una idea brillante, como se verá luego.

Es asimismo improbable que los actores no supieran de antemano, con un alto grado de certeza, dónde debían colocarse para la foto. Una vez que Ellen los escoge, y estoy convencido de que esto también estaba preparado, cada uno toma una posición y allí se quedan. Con tantas celebrities juntas, era la única forma de evitar el amontonamiento caótico y hasta algún codazo salvaje; el ejemplo de Liza Minnelli, tratando de colarse en la foto sin éxito, demuestra que acá no había espacio para improvisar (incluso cuando cualquier actor es bueno en eso).

Pero ni todo el poder de Hollywood podía calcular cuál era el momento perfecto para sacar la foto o controlar al ocasional fotógrafo. Fue, en este punto, una verdadera, auténtica autofoto. Por eso hace honor a la estética selfie con rigor impecable. Calculada, pero informal. Desprolija, pero por lo fluida. Correctamente enmarcada, pero cero rígida. No sé cuántas veces la habrán ensayado. O si Bradley tiene nervios de acero y buen ojo para la autofoto. Lo que sí sé es que esas 12 personas son profesionales de la actuación; para ellos posar es una segunda naturaleza, y sin que se les note.

En todo caso, no sé si lo advirtieron, pero Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Ellen DeGeneres, Bradley Cooper y Peter Nyong'o (el hermano de Lupita, ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto) forman un arco continuo de sonrisas, y ese arco parece a la vez dibujar a una sonrisa. Todos los de atrás, a su vez, mantienen una línea de rostros en un contrapunto notable. El único desubicado es Jared Leto, y, por supuesto, dentro de una autofoto eso parece perfectamente a tono.

Es una metáfora

En la imagen hay, además, una metáfora de las tablas, del escenario, y de los arquetipos que lo pueblan.

Ellen es la protagonista, gracias a su simpatía irresistible y su rol de anfitriona. Bradley es el segundo actor, que no sólo sostiene la cámara, sino que suaviza con su estampa más amigable la mirada de Ellen, una de las más intensas de la pantalla. Respecto de los demás, son el reparto, y sobre ellos se pueden elucubrarse mil posibilidades.

Por ejemplo, en una de las mejores posiciones de la imagen aparece Peter Nyong'o. Fama instantánea para el hasta entonces perfecto desconocido hermano de Lupita, ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto, que aparece atrás, eclipsada. Él se subió a último momento, igual que Leto. Éste por la izquierda, aquél por la derecha. Coreografía, se llama.

Están también el muchacho, la muchacha, el rebeldón guapo, el guapo veterano, la dama genial, una mujer bonita, Lara Croft y Kevin Spacey. Sigan ustedes, no soy bueno para interpretar ni sueños ni películas.

El eco y el reflejo

Como autofoto tiene, sin embargo, un valor mucho más importante, uno que, a mi juicio, fue clave para que alcanzara una cifra tan descomunal de retuits.

Este autorretrato es en realidad un espejo. O, mejor dicho, es el espejo de un espejo. Porque, ¿qué es una autofoto? He leído docenas de interpretaciones, pero ahora que todos, quien más, quien menos, nos hemos sacado una, ya sabemos lo que se siente. En la autofoto uno es la estrella. Posás y buscás tu mejor ángulo (el izquierdo es el que prevalece, me enteré estos días), te mirás en display/espejo y decidís cuál es el instante perfecto para hacer clic. El selfie es la culminación del narcisismo. Después de todo, hace mucho que las pantallas reemplazaron al fatídico estanque.

La autofoto que tuiteó Ellen DeGeneres legitima esa pretensión. Estrellas que posan como nosotros, nada menos. La autofoto nos iguala, nos pone, como Twitter, a la misma altura. Pero no tanto, porque las celebrities son a la vez el reflejo que ve Narciso y el eco de la pobre ninfa.

Ni la más inspirada toma de la National Geographic, ni fotos que han ganado el Pulitzer, ni el gatito más tierno de todos los gatitos tiernos de Internet han logrado una fracción significativa de la cantidad de retuits de la autofoto de los premios Oscar 2014. El presidente del país más poderoso de la Tierra quedó atrás por 2,5 millones de RT. ¿Qué fue lo que ocurrió?

Creo que, como no podría ser de otra manera, esa noche el gran ganador del Oscar fue, una vez más, el ego..


Copyright 2014 SA LA NACION | Todos los derechos reservados. Miembro de GDA. Grupo de Diarios América

miércoles, 22 de enero de 2014

POCO INTERÉS POR EL CINE ARGENTINO. Y NINGUNO POR NUESTROS REALIZADORES SEGÚN EL INCAA

PAGINA 12
CULTURA Y ESPECTÁCULOS
Miércoles, 22 de enero de 2014

Datos reveladores sobre el consumo de cine en el país

El espectador al desnudo

Un informe del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales radiografía usos y costumbres del público local.

El Gaumont fue una de las salas donde se llevó a cabo la encuesta.





¿Cuáles son los usos y costumbres del espectador cinematográfico argentino? Según un informe publicado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), el 53,5 por ciento de los habitantes de Capital Federal y Gran Buenos Aires va al cine entre una y dos veces al mes. A su vez, como figura en el informe, el 16 por ciento concurre a las salas una vez a la semana, y un 25 por ciento de toda el área metropolitana lo hace una o dos veces cada mes. El estudio, elaborado por la Gerencia de Fiscalización del Incaa, con fuentes de Indigo Producciones, analizó la audiencia en Capital Federal y Gran Buenos Aires y permite llegar también a algunas conclusiones sobre el consumo de cine argentino.

Del análisis se desprende que en los sectores socio-económicos más elevados, identificados en la muestra como ABC1, C2 y C3, el 51,3 por ciento va al cine entre una y dos veces al mes, el 26 por ciento con menor frecuencia y el 18,1 sólo una vez por semana. En el ámbito metropolitano se registra un promedio superior a las 12 películas anuales por persona. El estudio abarca un perfil etario de entre 18 y 35 años, con un total de 400 encuestados tanto en el caso del conurbano bonaerense como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, e incluye espectadores del Hoyts Cinema Abasto, el Espacio Incaa Gaumont, el Multiplex Belgrano y la sala del Malba, una variedad necesaria por su amplitud socio-económica y por su programación diversa. Los tópicos relevados fueron la frecuencia con que se va al cine, qué tipo de películas se ven, el gusto por el cine argentino, la cantidad de dinero que se suele gastar en cada salida y también la valoración respecto de las localidades y del cine argentino.

El trabajo, además, incluye un relevamiento sobre el sistema de acceso a la información sobre la actualidad cinematográfica que las audiencias utilizan a la hora de tomar decisiones y la relación que existe entre los medios de comunicación convencionales y los que crecieron en la última década respecto de los estrenos cinematográficos. Uno de los datos sorprendentes que arroja el estudio es cómo recibe información el público: el 65,3 por ciento de los encuestados se enteran de las últimas novedades a través de Internet, incluidos blogs y foros, en tanto que el 51 por ciento lo hace a través de la televisión, un 29,5 por diarios y revistas, el 19,8 por recomendación de familiares y sólo el 12,8 a través de la publicidad en la vía pública. De esta información, se deduce que del nivel socioeconómico más alto, el 67,1 se informa a través de Internet, el 44 por televisión y el 33,5 por diarios y revistas. En cuanto a las razones para elegir una película, el 49,5 lo hace por género y, en orden de importancia, el 39,5 por el elenco, el 21,8 por la trama y la sinopsis y un 21,5 por el director.

Con respecto a los condicionantes al momento de ver una película, el país de origen y los premios obtenidos por el film no parecen influir en la elección. Por su parte, los géneros también son otro eje que orientan la preferencia del espectador. Así, el 55,5 por ciento se inclina por la comedia, el 38 por la acción, el 36,8 por el suspenso, y el 32 por la ciencia ficción, al igual que por el género fantástico, el drama y el terror.

En lo referido al modo de concurrencia, el 39,8 por ciento concurre en pareja, el 34,8 con amigos, el 18 en familia y el 6,5 lo hace solo. Del total de encuestados, el 75 por ciento recurrió alguna vez a promociones, mientras que el 66 por ciento recurre a la compra convencional en las salas, y no a Internet porque pierden promociones y muchos desconfían de las reservas, incluso en las categorías de mayor nivel socioeconómico. En cuanto a la provincia de Buenos Aires, algunos resultados se relacionan, pero en general el consumo parece ser mayor: el 47 por ciento concurre entre una y dos veces por mes, el 34 con menor frecuencia, el 16 una vez por semana, el 2 por ciento dos veces por semana y el 1 por ciento entre 3 y 4 veces por semana. En el conurbano bonaerense, el 61 por ciento ve cine argentino mientras que el 39 no lo hace. Por otro lado, el 73,8 dice ver cine argentino en otros soportes como DVD, TV abierta o cable. En la franja ABC1, el 71,4 por ciento ve cine nacional por otros medios, mientras que en otras franjas sociales sube a 72,3 y 75,2, lo que significa que el cine argentino se inserta en capas sociales de menor poder adquisitivo.

Con respecto a los directores argentinos favoritos, el 15,1 del público encuestado dice elegir a Juan José Campanella, mientras que el 58,9 no sabe-no contesta y el 20, no tiene ninguno. Por último, en cuanto a los actores favoritos de la pantalla local, el 34,2 por ciento eligió a Ricardo Darín, el 21,3 a Guillermo Francella y el 2 por ciento a Adrián Suar, mientras que el 18,1 no sabe-no contesta y el 9 por ciento no tiene actor favorito.



© 2000-2014 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.


jueves, 14 de noviembre de 2013

LOS QUE LE DIJERON "NO" AL OSCAR. UNA ESTATUILLA MUY CODICIADA PERO TAMBIÉN MUY VITUPERADA. SÍMBOLO DE UN PODER OMNIPRESENTE





lanacion.com
Espectáculos
La carrera al Oscar
Los que le dijeron "no gracias" al Oscar

El galardón de la Academia de cine de Hollywood es deseado por muchos; otros, prefieren banalizarlo; mirá quiénes no lo aceptaron.
    
El Oscar es un premio como tantos otros. No obstante, lo asigna la mayor industria del cine en el mundo, es mundialmente conocido y su transmisión televisiva es cada vez más global. Esas características, sin embargo, no le hacen mella a quienes deciden decirle "No, gracias" a la estatuilla dorada.

Te contamos quiénes no lo aceptaron y quiénes prefirieron que les manden por correo el galardón.

1- GEORGE C. SCOTT Y LA OSTENTACIÓN

"¡Oh, Dios mío! El ganador es George C. Scott", dijo en 1971, Goldie Hawn, muy sorprendida, en plena entrega del Oscar a mejor actor. Es que días antes, George C. Scott ya había dicho que no le interesaba ser nominado, por lo que iba a ser retirado de la terna de nominados, pero al parecer los tiempos no dieron para que esto sea efectivo.

Scott había sido nominado por interpretar al tiránico militar estadounidense George S. Patton en el film Patton. Antes de que ir a recibir su premio, prefirió quedarse viendo hockey.

A la única ceremonia de los Oscar a la que asistió Scott fue en 1960, cuando por primera vez lo nominaron a mejor actor secundario por su participación en Anatomy of a Murder (1959). En el video (más abajo) lo podemos ver sonriendo a las cámaras (en el minuto 1:52), pero al parecer esa primera impresión más la idea que se haría haciendo de los premios a lo largo del tiempo, le bastaron para decirle no a los premios. "Son un desfile de carne y pura ostentación pública con trama de suspenso por razones económicas", sentenció.

En 1962 también fue nominado a mejor actor secundario por The Hustler (1960), pero se negó a la nominación.



2- DUDLEY NICHOLS, EL GREMIALISTA

Dudley Nichols fue el primero en negarse a ganar un Oscar. Nichols era guionista y había sido galardonado con la estatuilla en 1936 por la película El delator. No obstante, le dijo que "no" al premio debido a diferencias gremiales que tenía con la Academia de cine de Hollywood (Nichols era presidente del gremio de guionistas).

Más adelante, fue nuevamente nominado como guionista de las películas Hombres del mar (1940), Air Force (1943) y The Tin Star (1957).

Luego de esto, cambió de profesión, fue un periodista destacado del New York Post.


3- MARLON BRANDO Y LA VENDETTA

Su papel como Don Vito Corleone en El padrino le mereció un Oscar en 1973. Ya en 1955 había ganado y aceptado ese galardón por Nido de ratas (1954). Pero en esta segunda ocasión Marlon Brando no quiso aceptarlo y se lo comunicó a la Academia de Hollywood de una manera notable: envió a una activista siux, Sacheen Littlefeather, a leer su discurso de renuncia en el que argumentaba que no lo aceptaba debido al maltrato que los indios americanos recibían en el cine y la televisión de Estados Unidos. Por esto, afirmó que se sumaba a la causa de los siux en el oeste.

¿Por qué? En esos días centenares de miembros de los pueblos originarios de Estados Unidos y simpatizantes de su causa ocuparon el pueblo de Wounded Knee, que se encontraba en la reserva Pine Ridge, en Dakota del Sur. Los manifestantes pedían que el gobierno suspendiera el asesinato y el hostigamiento de partidarios del Movimiento Indígena Americano (AIM) y que se respetaran los tratados firmados entre hombres blancos y siux, ya que les habían "concedido la libertad para vivir" en los Black Hills, unas montañas de Dakota del Sur.


En respuesta, el gobierno envió 300 efectivos del Ejército de los Estados Unidos, agentes del FBI, miembros de la Oficina de Asuntos Indígenas (en inglés, BIA), mariscales federales y policías estatales. El sitio duró 73 días en los que se dieron varios enfrentamientos. Brando, el mismo día de los festejos del Oscar, se sumó a la toma del pueblo.

Es sabido el compromiso de Brando por causas sociales, no obstante el temor de la Academia a que la política (por fuera de las películas y sus intereses) se mezcle con los premios, el actor fue nominado más adelante.

Así, fue nominado por las películas Un tranvía llamado deseo (1951); ¡Viva Zapata! (1952); Julio César (1953); Sayonara (1957); Ultimo tango en París (1972); Una árida estación blanca (1989).




LOS GRANDES FALTAZOS

Sí, muchos de los que alguna vez ganaron un Oscar faltaron a la ceremonia con excusas que no incluían los problemas de salud.

Vacaciones
Katharine Hepburn ganó cuatro estatuillas durante su carrera, pero nunca asistió a la gran fiesta del cine. ¿Las razones? Su preferida era que no quería interrumpir sus vacaciones en Europa.

Amor por la pesca
John Ford, también con cuatro galardones, y tampoco recogió ninguno. Por ejemplo, cuando fue galardonado por el film The Grapes of Wrath, puso la excusa de que no podía ir porque estaba pescando.

Primero, el clarinete
Woody Allen es el gran ausente en los Oscar. Fue nominado 21 veces en toda su carrera y sólo asistió en 2002 para rendirle homenaje a Nueva York tras el atentado del 11-S.
También, faltó cuando ganó su primer, y hasta ahora único Oscar por mejor director. Fue en 1978, cuando su film Annie Hall se impuso sobre Star Wars que previamente había arrasado en varias categorías. El argumento de Allen para no asistir: se olvidó de ir pues estaba tocando el clarinete. (En 1987 ganó otro Oscar por Hannah y sus hermanas (1986), en la categoría mejor guión escrito para cine).

Oscar... ¿qué?
Los Oscar honoríficos se dan por fuera de la ceremonia tradicional que es transmitida en los medios con el glamour de la alfombra roja. Más allá de eso, en 2010, Jean Luc Godard no aceptó ir a la entrega del galardón debido a que no tenía ganas de viajar y a que realmente no le interesaba ser reconocido por Hollywood. A través de su mujer Anne-Marie Mieville, el director se expresó: "No son los Oscar de verdad. Jean-Luc no irá a América, se está haciendo viejo para este tipo de cosas. ¿Viajaría usted ese trayecto por un pedazo de metal?".

Pueden ir a la nota del diario si siguen este link:

http://www.lanacion.com.ar/1446658-los-que-le-dijeron-no-gracias-a-el-oscar

 LANZAMIENTO DEL LIBRO  "EJERCICIOS CRÍTICOS SOBRE CINE" PRELUDIO  "El cine es la música de la luz”Abel Gance "Esta músi...