En 1989, Peter Weir, realizador australiano, filma en Estados Unidos, protagonizada por Robin Williams, y situada la historia en el colegio Welton, en 1959, esta película sobre ciertos comportamientos de un profesor de literatura destinados a desestructurar un sistema educativo rígido, conservador e impregnado de una moralina indudablemente retrógrada y alienante. Un grupo de alumnos, adolescentes, comienza a identificarse con el docente generándose un conflicto irreductible y por ende perjudicial para una institución educativa tan prestigiosa y con valores fundados en la “tradición, el honor, la disciplina y la grandeza”.
A esta frase, John Keating, así llamado el recién llegado profesor, y además ex alumno, le opone la frase “Carpe diem”, traducida como “vive el día”, frase tomada del poeta romano Horacio (Odas, I, 11), quien nació el 8 de diciembre del 65 a. C. y murió el 27 de noviembre del 8 a. C., y citada en forma completa del latín (Carpe diem quam minimum credula postero) sería “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy", o "vive cada momento de tu vida como si fuese el último de tu existencia".
Aquí cabe una pequeña reflexión acerca de estas citas. Horacio, el mayor poeta lírico romano, vivió casi un siglo antes de Cristo. Fue famoso por sus odas, de extraordinaria belleza. En el siglo XX, sin detenerse a bucear un poco en la vida de esa Roma, y de ese imperio, tomar a este poeta y sus versos empapados en las concepciones éticas y morales de ese momento, con todo lo implica, pueden generar dos fenómenos, que el realizador advierte sutilmente, y mucho más en adolescentes, o se despistan a través de una rebeldía irracional y enfermiza, o se convierten en expertos en esa literatura clásica tan rica y peculiar que se desarrolló en la Grecia y Roma antiguas.
Directores como Woody Allen (“poderosa Afrodita”, “Match Point”), o Jules Dassin (“Fedra”), por citar alguno, han tomado de esas fuentes míticas y primordiales, historias ejemplares para recrearlas cinematográficamente, pero con el pertinente trabajo de readaptación estética que las hizo, ratificándolas, bellas y curiosas.
Por otro lado, de Peter Weir, el 4to Diálogo proyectó hace unos meses “The Truman Show”, film que hemos comentado en otra oportunidad, donde también se observan elementos o tópicos clásicos al ubicar a su protagonista en abierto desafío a las normas establecidas por un poder superior. Este realizador también realizó otros excelentes films además de estos dos mencionados, “Gallipoli” sobre la participación de Australia en la 2da. Guerra Mundial en las costas africanas, y “Testigo en Peligro”, film policial ambientado en una comunidad amish de EE.UU. Por algunas de estas películas fue nominado o recibió varios Oscar. Por su origen australiano, se integró perfectamente en el laberíntico sistema cinematográfico de Hollywood, y lo ubica como un lúcido artesano no exento de cualidades interesantes y desafiantes del star system.
Este film se proyectará en el Bar Central de Punta Alta a las 20 hs., el día 12 de noviembre del corriente año, dentro de la programación que brinda habitualmente el 4to. Diálogo (Movimiento Focolares) como parte de las actividades para la promoción del diálogo entre hombres y mujeres con convicciones diferentes a través del cine-debate.
Héctor Correa
Punta Alta, 03 de noviembre de 2010
Sin duda que Peter Weir es un gran realizador que sabe presentar la condición humana con altura y sutileza. En esta película me llamó la atención un mensaje múltiple, por un lado la represión que lleva al individuo estructurar rigidamente su personalidad y la contrapartida de la educación liberadora, pero el otro mensaje interesante es que muchas veces la gente se libera pero no sabe qué hacer con esa libertad. Esto queda fuertemente expresado en el suicidio de uno de los personajes principales. En ocasiones me pregunté si no hubiera sido mejor que el muchacho fuera un pequeño rebelde sin desafiar al sistema y que siguiera vivo, a que termina matándose por no soportar la incomprensión ante una transgresión mas profunda. Creo que una película que plantea este tipo de preguntas es muy buena.
ResponderEliminarAparentemente transgredir, o ir más allá de lo que permite el sistema es "mortal". Quizá fue eso lo que nos quiso transmitir el director. No se puede jugar con la libertad, más cuando puede dañar a los demás. En el fondo sigue siendo una actitud proclive al conservadurismo. "Carpie diem" es ir más allá con todos los peligros que ello implica. Tdo un dilema. Gracias Guatavo por el comentario. Muy bueno.
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