domingo, 25 de septiembre de 2011

"BOLIVIA" O UNA HISTORIA SOBRE LOS CONFLICTOS MULTICULTURALES DE LA GLOBALIZACIÓN


Autores: María Marta Cardesa. Vanina Capdevilla. Diana Durán. David Stebe. Laureano Correa y Alicia Schwerdt. Prof. María José Blanco. Transformaciones culturales y educación. Tramo pedagógico de nivel superior. ISFD Nº 79. 2011.

Introducción

El siguiente informe analítico tiene el objetivo de analizar la película Bolivia de Caetano a través de la aplicación y articulación de los conceptos que surgen de la lectura del libro del antropólogo y crítico cultural argentino Néstor García Canclini, “Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales de la globalización.”

En primer término, describimos de manera contextual la película con el propósito de extraer las consideraciones requeridas para su relación con los temas que aborda el libro. En segundo término, establecemos las confluencias conceptuales del libro y el film. En un último acápite, incluimos algunas conclusiones relacionadas con la identidad y las políticas urbanas desde una perspectiva crítica.

1. Breve descripción de la película de Israel Adrián Caetano

“Bolivia es una radiografía de la actualidad de los desposeídos del planeta, acorralados por el desempleo, la carestía de vida y la xenofobia, entre otras perlas, y la desesperanza y agresividad hacia el otro que surgen como consecuencia de aquellos factores. En la fonda, donde se registra el clima de la calle, y en la calle, donde el maltrato de la policía revela el envilecimiento oficial que recorre el país. Bolivia es un ejemplo para el cine de América Latina, setenta y cinco minutos de conciencia de límites logísticos y posibilidades creativas que han engendrado una propuesta rigurosa y honesta, sin ripio”.

Ficha técnica

Director: Israel Adrián Caetano.
Duración: 75 min.
Edición: Argentina –Holanda

Intérpretes: Freddy Flores (Freddy), Rosa Sánchez (Rosa), Oscar Bertea (Oso), Enrique Liporace (Enrique Galmes), Marcelo Videla (Marcelo), Héctor Anglada (Héctor), Alberto Mercado (Mercado), Luis Enrique Caetano (Hombre Locutorio I), Rodolfo Resch (Hombre Locutorio II), Rafael Ferro (Borracho).

La película trata con gran realismo urbano la discriminación y la xenofobia que sufren los migrantes limítrofes, especialmente bolivianos. De allí su nombre: “Bolivia”. Es una historia de migrantes en Buenos Aires, claro está en un segundo paso del itinerario migratorio desde la frontera hasta la gran ciudad.
Transcurre en escasos y estrechos escenarios, centralmente en un pequeño Café-Bar de un barrio porteño, al que llega el migrante boliviano indocumentado, Freddy y en el que trabaja otra migrante de nacionalidad paraguaya, Rosa.
Las primeras escenas muestran el sencillo bar y sus habitués con sus problemáticas cotidianas –especialmente económicas, como la posible pérdida de un auto o de la casa de alquiler-. Entre ellos se destaca un “visitante crónico, un sujeto amargado y hostil llamado “Oso”, quien reniega de todo y contra todos, pero en especial pone la puntería en el extranjero”.
En ese lugar, comienza a trabajar Freddy, inicialmente confundido con un peruano que es lo mismo que cualquier otro latinoamericano. El bar se llena cuando los concurrentes ven partidos de fútbol o peleas de box y algunos recalan en él en búsqueda de solidaridad social, pero también para el consumo de droga. Acompaña una de las primeras escenas la trasmisión de un partido de fútbol entre Argentina y Bolivia.
Freddy comienza a trabajar en la parrilla recién llegado solo de Bolivia, ya que ha dejado su familia en este país. Su aspecto es desgarbado y su personalidad aparentemente sumisa, dado el contexto en que se encuentra. La causa de la migración de Freddy se descubre a través de la pregunta de Ana cuando ante su requerimiento le cuenta que trabajaba en la cosecha de “coca” y que los “yanquis” quemaron esas plantaciones por lo que queda desocupado, si bien en realidad, nunca tuvo una ocupación formal.
El patrón, Enrique, tiene todo el aspecto de un porteño discriminador que maltrata a sus empleados como a la moza paraguaya Rosa.
Durante toda la película, los epítetos pronunciados por los parroquianos del bar contra los trabajadores y, en general, contra todos los migrantes son muy denigrantes, tanto sobre los bolivianos, peruanos y, en general, sobre todos los latinoamericanos, como si los argentinos no lo fuéramos. También se aprecia la homofobia y el desprecio por el migrante interno, Héctor, uno de los taxistas que recalan en el bar.
En las primeras escenas el patrón manda a Freddy a echar a quienes están en las mesas sin consumir y lo tratan muy mal.
El “Oso”, quizás uno de los personajes más agresivos y violentos del film, que está almorzando le reclama al patrón por darle trabajo al “boliviano”.
Rosa y Freddy comienzan una relación solidaria frente a las circunstancias que los rodean que se manifiesta, por ejemplo, en el reparto de la propina cotidiana y en el compartir las comidas. Los diálogos son breves: ¿hace cuánto que trabajas?, ¿hace cuánto que vives aquí?, pregunta Rosa. Freddy ha llegado hace una semana y no tiene donde vivir. Nunca había estado en Buenos Aires y parece tener pocos recursos y conocimientos para enfrentar la gran ciudad. Rosa dice que no ve la hora de irse, a pesar de que ya tiene más tiempo de residencia precaria en la gran urbe.
En un momento, Freddy pide permiso al patrón para hablar por teléfono a Bolivia y lo envía a un lugar indiferenciado, en vez de a un locutorio, donde lo esperan y lo confunden nuevamente con un peruano. Habla con su hija Anita, a quien le dice “wawita”, típica expresión boliviana y con su mujer de manera entrecortada, mintiendo al contar que está trabajando en un “restaurante”, cuando en realidad, es parrillero informal de un simple bar. Su trabajo es indigno tanto por la situación laboral de un jefe que lo maltrata y le paga poco, como también por el ambiente hostil que lo rodea.
La primera noche de su trabajo, Freddy no tiene donde ir y deambula por las calles del barrio donde es encontrado y maltratado por dos policías que le preguntan “de dónde venís”. Él trata de evadir las respuestas y dice “de cerquita”, “estoy de paso”, “vine a ver a un familiar”. Muestra sus papeles migratorios y los policías, conociendo las circunstancias generales en que vive esta población, lo rechazan diciendo: “si te vuelvo a ver por aquí te llevo preso”.
Freddy se sienta en otro pequeño bar y pide un simple café para pasar la noche.
En la siguiente secuencia, Freddy y Rosa van a bailar a una cantina donde se encuentran los migrantes, en la que se escucha de fondo una canción que dice “añorando mi tierra”. Freddy y Rosa tienen una fugaz relación que nace de la solidaridad y la soledad. Rosa aun sabiendo que es casado lo lleva a su “pieza” en un hotel.
Existen muchas muestras de la discriminación en el desarrollo de la película cuando los argentinos –de clases bajas y marginales porteñas- expresan, por ejemplo: “cuando te querés acordar son tus patrones”, “parece que aquí en Buenos Aires son todos así”, “cualquier paraguayo viene a dormir aquí”, “vos te pensás que yo soy ese bolita que está parando ahí”, “pensás que necesito a un boliviano”, “los bolivianos son ratas”, entre tantos otros.
El desenlace de la película no puede ser otro que la muerte de Freddy en manos de uno de los parroquianos, el “Oso”, el más xenófobo, que ante una gresca termina tirándole un tiro desde un taxi. Queda allí Freddy “tumbado” en el bar, en total soledad su cuerpo de migrante; y al día siguiente el cartelito de “se necesita cocinero parillero” da cuenta de su fugaz itinerario migratorio en Buenos Aires.

2. Confluencias conceptuales de “Bolivia” y “Consumidores y ciudadanos”




Comenzando por el subtítulo del libro: “Conflictos multiculturales de la globalización”, el principal problema que aúna la película y el libro es el antagonismo xenófobo entre los habitantes de una gran ciudad como Buenos Aires y los inmigrantes ilegales de los países limítrofes. Conceptualiza García Canclini que los “(…) conflictos interculturales y el racismo crecen en muchas fronteras nacionales y en todas las grandes ciudades del continente , como se aprecia en el film, aun en la escala local que muestra el espacio fílmico.
La película de Caetano es un relato trágico de la multiculturalidad por lo que muchas de los argumentos de García Canclini pueden aplicarse en un marco de gran pesimismo. Así por ejemplo, el protagonista Freddy es un representante de la negación de la multiculturalidad. El migrante es una víctima de una multiculturalidad enferma, plena de xenofobia, segregación y violencia.
Por otra parte, Freddy también representa un mundo de carencias y marginalidad, típico del modelo neoliberal del que García Canclini propone una perspectiva interdisciplinaria. En tal sentido señala que “(…) una visión integral también debe dirigir la mirada hacia los grupos donde las carencias se multiplican. El modo neoliberal de hacer la globalización consiste en reducir empleos para reducir los costos, compitiendo entre empresas transnacionales que no se sabe desde dónde se dirigen, de manera que los intereses sindicales y nacionales casi no pueden ejercerse. Todo esto lleva a que más del 40 % de la población latinoamericana esté privada de trabajos estables y seguridades mínimas…” Y Freddy es un representante paradigmático de ese 40 % de la población latinoamericana.
Quizás sea la siguiente conceptualización de García Canclini la que sintetice parte del informe sobre “Bolivia” en relación con “Consumidores y ciudadanos”. “¿Qué función cumplen las industrias culturales que se ocupan no sólo de homogeneizar sino de trabajar simplificadamente con las diferencias, mientras las comunicaciones electrónicas, las migraciones y la globalización de los mercados complican más que en cualquier otro tiempo la coexistencia entre los pueblos?” , explica el antropólogo argentino y ciertamente la relación entre el cine como industria, el fenómeno migratorio y el problema de la coexistencia de los pueblos estén allí plasmados.
Por otra parte, la cultura de lo efímero a la que hace referencia García Canclini como una de las “(…) dos maneras de interpretar el descontento contemporáneo suscitado por la globalización" , es aquella que algunos autores posmodernos aplican a los sectores para los cuales el problema no es tanto lo que les falta, sino que lo que tienen que se vuelve a cada instante obsoleto o fugaz, como son el fútbol o el boxeo que miran los parroquianos por televisión en el film.
Si bien no se puede ubicar espacio-temporalmente en términos de globalización a la película de Caetano, que transcurre en tiempos históricos previos al estado actual del proceso globalizador, sí es posible coincidir en relación con el film en que los “(…) conflictos interculturales y el racismo crecen en muchas fronteras nacionales y en todas las grandes ciudades del continente. Nunca ha sido tan necesario como ahora elaborar políticas educativas, comunicacionales y de regulación de las relaciones laborales que fomenten la convivencia democrática interétnica” . La Argentina como país representa a esas naciones y Buenos Aires como metrópolis es una de esas ciudades donde el conflicto intercultural se produce entre porteños y migrantes limítrofes; donde la ausencia de políticas laborales impide el fomento de la convivencia como bien lo demuestra el film a través del conflicto y la tragedia.
También es posible comparar la situación de Estados Unidos con la de la Argentina que muestra el film de Caetano –aun mediando distancias sociales notorias y de menor discriminación-, cuando García Canclini afirma que “(…) la reestructuración de las condiciones laborales y el creciente racismo agudizan la represión a los migrantes latinoamericanos, contradiciendo las tendencias integrativas de los acuerdos de libre comercio” . Debemos advertir que la película es ardua en tal sentido, ya que la situación de los migrantes latinoamericanos en la Argentina es mejor en términos de lo que el Estado promueve como los decretos de amnistía y otras políticas migratorias de mayor solidaridad con el migrante que las políticas norteamericanas.
En “Bolivia” no se aprecia el ser ciudadano como lo conceptualiza Canclini en relación “(…) con los derechos reconocidos por los aparatos estatales a quienes nacieron en un territorio, sino también con las prácticas sociales y culturales que dan sentido de pertenencia y hacen sentir diferentes a quienes poseen una misma lengua, semejantes formas de organizarse y satisfacer sus necesidades.” Sino, muy por el contrario, se advierte la antítesis de lo que es la ciudadanía, ya que el autor expresa que “(…) en América Latina la experiencia de los movimientos sociales está llevando a redefinir lo que se entiende por ciudadano, no sólo en relación con los derechos a la igualdad sino también con los derechos a la diferencia.” Derechos estos ausentes en la historia del protagonista.
Tampoco es posible apreciar en el film la nueva escena sociocultural con sus cinco procesos de modificación sociocultural , sino una fijación en tiempos preposmodernos, exceptuando la “(…) redefinición del sentido de pertenencia e identidad, organizado cada vez menos por lealtades locales o nacionales y más por la participación en comunidades transnacionales o desterritorializadas de consumidores”, como podrían ser los migrantes limítrofes.
Y tampoco se presentan en el film manifestaciones de la sociedad civil concebida como una “(…) nueva fuente de certezas en este tiempo de incertidumbres, [sino más bien] otro concepto totalizador destinado a negar el heterogéneo y desintegrado conjunto de voces que circulan por las naciones” .
En el microcosmos del bar de “Bolivia”, se revelan algunas de las múltiples perspectivas que describe García Canclini a otras escalas. Por ejemplo, se aprecia el contraste entre la noción de barrio y ciudad actual. Dice el autor que la masificación de la ciudad redujo las interacciones barriales lo que ocurrió junto con la reinvención de lazos sociales y culturales en la televisión. Y agrega que son estos medios los que ahora, desde su lógica vertical y anónima, diagraman los nuevos vínculos invisibles de la urbe . Estas apreciaciones se ven reflejadas en las escenas del bar cuando los parroquianos ven televisión como una mass media indiferenciada y también en la ausencia de los lazos sociales del barrio en que transcurre la fugaz presencia de Freddy. También allí se advierte el conflicto, la discriminación y el desarraigo a los que alude García Canclini en todo su libro.
En el capítulo titulado “Disolución de las identidades”, García Canclini hace referencia a una cuestión que el film no manifiesta, pero que es para tener en cuenta: “(…) otra vía prometedora, aún inexplorada, para documentar la discriminación entre habitantes de diversas zonas de una misma ciudad, y sobre todo hacia los migrantes, sería estudiar el racismo y el clasismo en el humor” , aspecto excluido por Caetano que crea una atmósfera dura, ruda, tenebrosa, lúgubre, en blanco y negro, donde el humor no tiene cabida.
En ese contexto, el migrante interno arquetípico del film, Héctor, responde en Buenos Aires al fenómeno de la “(…) la irrupción masiva de provincianos desde los años cuarenta fue etiquetada como "aluvión zoológico"; a los recién llegados se les denomina desde "cabecitas negras" hasta "teléfonos públicos": "son negros, cuadrados y no funcionan" . Todos ellos, términos que bien se podrían haberse incluido en la película, cuyo protagonista es un migrante extranjero y no el personaje secundario del migrante interno.

3. Aportes relacionados con la identidad y las políticas culturales

Una perspectiva para la ampliación de los horizontes planteados en la película “Bolivia” es la reinvención de las políticas, según García Canclini, en relación con que será necesario lograr políticas que representen las identidades multiculturales en la era de la globalización.
¿Cuál es la identidad de Freddy? Ninguna… García Canclini dice que se “(…) estableció que tener una identidad equivalía a ser parte de una nación, una entidad espacialmente delimitada, donde todo lo compartido por quienes la habitaban —lengua, objetos, costumbres— los diferenciaría en forma nítida de los demás. Esos referentes identitarios, históricamente cambiantes, fueron embalsamados por el folclore en un estadio tradicional de su desarrollo y se les declaró esencias de la cultura nacional”.
Bien podemos tener en cuenta que las identidades modernas eran territoriales y casi siempre monolingüísticas y se construyeron a través de la subordinación de las regiones y etnias en un territorio, como un proceso opuesto al de otras naciones, según las expresiones de García Canclini. El autor cita la zona de origen del protagonista –Bolivia-, como un área andina en la que las políticas de homogeneización modernizadora “(…) escondieron la multiculturalidad bajo el dominio del español y la diversidad de formas de producción y consumo dentro de los formatos nacionales” . Esta cuestión podría estar en el origen del proceso de expulsión territorial, de desterritorialización y consecuente inmigración del protagonista del film.
Los siguientes argumentos acerca de la ciudadanía actual según García Canclini son aplicables al film en relación con la condición de migrante de Freddy y de una “(…) cultura de la ciudad [que] es lugar de intersección de múltiples tradiciones nacionales —las de los migrantes reunidos en cualquier metrópoli — que a su vez son reorganizadas por el flujo transnacional de bienes y mensajes”.
Se plantean, en conclusión, las políticas culturales urbanas en América Latina y qué principios podrán guiarlas en las grandes ciudades. Tales políticas requerirán, de acuerdo a García Canclini:
- políticas multisectoriales, adaptadas a las zonas, los estratos económicos, educativos y generacionales,
- políticas culturales más democráticas,
- responsabilidad ciudadana a través de movimientos sociales que no propicien nostálgicamente la xenofobia de manera reactiva a la globalización y
- la posibilidad de reconstruir un imaginario común que combine los arraigos territoriales de barrios o grupos con la participación solidaria en la información y el desarrollo cultural propiciado por medios masivos de comunicación.

Por último, coincidimos con García Canclini en la necesidad de “(…) reconstruir desde la sociedad civil y con el Estado una multiculturalidad democrática” . Para que no mueran más Freddys.

Bibliografía citada

GARCÍA CANCLINI, Néstor. Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales de la globalización. México, Grijalbo, 1995. ISBN 970-05-0586-3
QUISPE, Gabriel. Bolivia (2001). Perú. Cinencuentro.com -Todo el cine del Perú., 2007.