domingo, 15 de enero de 2012

OPINÓN. UNA PEQUEÑA CABEZA DE GOLIAT

Ver nota en www.pagina12.com.ar
espectaculos
Domingo, 15 de enero de 2012
CULTURA › UNA RECORRIDA POR LA VIDA ARTISTICA DE BAHIA BLANCA

Cambio de relato en la ciudad-puerto

Museos con fuerte presencia de lo social, publicaciones, bibliotecas populares, bandas de música y murgas dan cuenta de la renovada vida cultural de una ciudad que, vista desde afuera, carga con el estigma del diario La Nueva Provincia.

Por Emilia Erbetta
Ni tan cerrada, ni tan aburrida, ni tan conservadora. Más bien a Bahía Blanca se la podría definir como engañosa, porque para empezar no es ni tan blanca ni tan bahía: lo que hay es una ría de costa industrial, privatizada y donde nadie se puede bañar. Una ciudad que existe por y para un puerto multinacional y junto a uno de los polos petroquímicos más grandes del país. No es raro que tenga mala fama: además es cuna de La Nueva Provincia, un diario tristemente célebre por su defensa de la represión ilegal. Pero siempre hay grietas: en los discursos y en la idea que una ciudad tiene sobre sí misma.
“La gestión cultural en Bahía durante los ’80 tuvo gran entusiasmo y movilidad”, recuerda Gustavo López, artista plástico y fundador de la editorial VOX, indispensable para pensar la poesía argentina de los últimos veinte años. En los ’90, asegura, se dio “un cambio de paradigma, una renovación en los modos de producir y también en las formas en que éstos se expresan”. La creación en 1995 del Museo de Arte Contemporáneo y la consolidación del proyecto del Museo del Puerto, que se había inaugurado en 1987, significaron dos cambios institucionales fundamentales en la década. “A la par surgían artistas jóvenes interesantes, un grupo de teatro que se llamó Caos y un clima que se percibía nuevo y diferente para poder producir en el campo cultural”, precisa López.
Desde el año ’85, Sergio Raimondi, poeta y recientemente nombrado director del Instituto Cultural de la ciudad, viene trabajando con lo que él define como un “concepto de cultura extenso, que pone en crisis la correspondencia que a veces se naturaliza entre cultura y arte, y que trata de abrir el sentido de las prácticas que se entienden como culturales para recuperar también las prácticas del trabajo”. En ese momento era estudiante de Letras en la Universidad Nacional de Sur (hoy es profesor de Literatura Contemporánea) y parte de los poetas mateístas, un colectivo de artistas que para poner la poesía en contacto con la ciudad la estampó en cuanto paredón encontró. Con Raimondi, y al frente del Gabinete de Planificación Cultural, trabajan Marcelo Díaz, también poeta y ex mateísta, y Guillermo Goicochea, responsable de la editorial 17 Grises y profesor de Filosofía Oriental en la UNS. “Nosotros pensamos la cultura con un sentido bastante territorial, pero también como un espacio donde se piensa la historia de la ciudad y donde se proyectan posibles ciudades del futuro, ciudades más participativas, donde el debate, las tensiones o el conflicto no son pensados desde un aspecto meramente negativo, sino como el motor de una sociedad”, profundiza Raimondi. En este sentido, la apuesta será “hacer de las acciones culturales y artísticas, experiencias para pensar y hacer lo público”. Un caso sería el trabajo de organización del Carnaval: “La alegría de los corsos hay que pensarla en simultaneidad con una capacidad de autoorganización y autogestión que para nosotros –se planta Raimondi– es inescindible de la experiencia acumulada de la recuperación democrática en la Argentina”.
¿Cuáles son los vínculos entre Nirvana y la cerealera Cargill? ¿Qué relación hay entre la historia económica del país y los modos de cocinar una empanada? ¿Cómo se piensa la historia de una ciudad que vive por y para un puerto que primero fue inglés, después estatal y por último multinacional? Todas estas preguntas y muchas más guían el trabajo del Museo del Puerto, una institución municipal que nació con la iniciativa de un grupo de vecinos de Ingeniero White y se ubicó en una construcción de 1907 que originalmente había sido de la empresa inglesa Ferrocarril Sud.
El museo trabajó sobre los relatos de la inmigración europea de principios del siglo XX hasta agosto del 2000, cuando un escape de cloro y la declaración de la emergencia pesquera, con piquetes que impedían el acceso al Polo incluidos, hicieron urgente la pregunta sobre la función social de un museo y sobre cómo debía pensar ya no el pasado, sino el presente. “Desde una perspectiva materialista de la historia y articulando lo micro y lo macro, lo cotidiano con lo productivo, nos preguntamos, por ejemplo, sobre el montón de cocinas que les tienen que dar de comer a los obreros para que el puerto salga en el diario con una cifra record de exportación”, le explican a Página/12 Milagros Bilbao y Leandro Beier, parte del equipo que lleva adelante los proyectos junto con la comunidad. El museo es un referente en museología comunitaria y tiene uno de los archivos de relatos orales más extensos del país, más de mil cintas digitalizadas con entrevistas a estibadores, enfermeras, cocineras, trabajadores de la Junta Nacional de Granos, etcétera.
Desde ahí no hay que caminar demasiado para llegar a Ferrowhite, el museo que funciona desde el 2003 en lo que fueron los talleres de mantenimiento de la ex Usina General San Martín, que en algún momento le dio luz a toda la ciudad. La historiadora y poeta Ana Miravalles advierte que “pensar el ferrocarril acá no tiene que ver con la nostalgia del guarda, la estación, del tren que pasa o de los viajeros, sino con una actividad económica, la exportación agrocerealera, que se inicia hace cien años y que al día de hoy sigue siendo la más importante”. Miravalles es parte del equipo que, encabezado por Reynaldo Merlino, lleva adelante el museo. La mirada de Ferrowhite hace foco en el trabajo ferroportuario y se propone como un lugar de encuentro y puesta en circulación de las voces de los trabajadores. Ferrowhite también es un taller, un espacio donde la mirada sobre la historia se encarna en prácticas muy concretas y que encuentran un lugar en el taller de producción crítica Cómo funciona la Cosa, que propone técnicas de serigrafía para llevar a remeras o al papel imágenes que retratan cómo es la vida cotidiana en ese lugar, y que se extiende a la fabricación de artefactos.
“Hay un relato de la ciudad que ya no da cuenta de lo que se percibe, entonces hay que cambiar ese relato para construir uno en el que de algún modo todos nos podamos reconocer”, plantea Marcelo Díaz, también coordinador de Estación Rosario, una plataforma cultural que el año pasado, por ejemplo, organizó un campeonato de picnic y un proyecto de teatro documental en el que los propios trabajadores llevan sus historias de vida a escena. Díaz sabe que ese discurso hegemónico no sale de la nada, que tiene que ver con una realidad que existió y existe, pero destaca que “con sus prácticas, hay mucha gente que está diciendo que quiere vivir de otra manera, espacios como Patio Espiral, El Peladero, Hamaca, publicaciones como Troche & Moche o Pájaro, las bibliotecas populares, las mil bandas de música y las murgas dan cuenta de eso. Lo que hay que hacer es articular la capacidad de organización y la experiencia de gestión del Estado con la vitalidad de estas propuestas independientes, poner eso en palabras, en un relato múltiple, y potenciar la transformación”.
En todas estas propuestas hoy se puede leer la impronta del 2001 como momento que cambió también la forma de pensar la cultura, ahora más ligada a la autogestión. Algo de eso ya había en el espacio VOX, que se inauguró en 1998 y atrajo hacia la ciudad a una gran cantidad de escritores, críticos y artistas. Entonces ese tipo de experiencias transcurría con pocos recursos y casi sin apoyo institucional. “Caminaban en contra del viento”, dice Raimondi, y ahí estaba parte de su potencia. No sólo VOX, también La Casa del Sol Albañil, uno de los primeros talleres de arte que se creó en la ciudad después de la dictadura, en 1986. Sin embargo, ahora esos proyectos autogestivos parecen encontrarse con una gestión municipal que se propone integrarlos: “Queremos poner en valor esas prácticas y esas intervenciones que están abriendo la ciudad”, proyecta Raimondi, que, no es casualidad, estuvo al frente del Museo del Puerto hasta el año pasado.

OPINIÓN. UN ANÁLISIS LOCAL SOBRE UN FENÓMENO UNIVERSAL





INFORME ESPECIAL / ¿QUE CINE VEMOS EN BAHIA? Hollywood y muy poco más
Texto: Ricardo Aure raure@lanueva.com


* Condicionadas por la penetración monopólica del cine norteamericano, mucho de lo mejor del cine europeo y latinoamericano no llega a la ciudad. Lo que viene, está limitado a circuitos alternativos.
* Para el cronista Julio Uyúa, las películas que nos mandan no apuntan a la reflexión, sino "al shopping , la Coca Cola y el pochoclo".
* Crítico e investigador desde hace 45 años, Agustín Neifert alerta que con repetidos formatos se apunta a formar mentalidades que rechacen las producciones nacionales, latinoamericanas o europeas.


     El 70 por ciento de los estrenos en Bahía Blanca viene de Hollywood, casi todos con el mismo formato audiovisual: animación, de acción y aventuras con un uso intensivo de los efectos visuales y, últimamente, del sistema 3D.
     En la ciudad funcionan 12 salas (5 en el centro y 7 en el Bahía Blanca Plaza Shopping), pero raramente compiten porque se reparten los mismos títulos.
     Para Agustín Neifert, tales variantes expresivas "van conformando una mentalidad que en adolescentes y jóvenes produce un rechazo natural hacia el cine argentino, latinoamericano o europeo".
     Tras evaluar datos de todo el país, el programa Escuela y Medios, del Ministerio de Educación de la Nación, determina que el 95% de los adolescentes sólo elige películas norteamericanas. Un escaso 3% vio algún filme argentino en el último año, pero ninguno cine europeo o latinoamericano.
     La encuesta advierte que si los chicos no pueden ir al cine o si ven un solo tipo de cine, también verán limitado su capital cultural.
     "Estamos ante un claro proceso de colonización cultural", enfatiza Neifert, y recuerda que, en 2007, el desaparecido actor estadounidense Richard Widmark dijo que los comerciantes que manejan Hollywood "no tienen respeto por nada y que sólo les interesa hacer dinero. Para ellos, intelectual es una mala palabra".
     Además de la penetración monopólica del cine norteamericano, Neifert piensa que en Bahía Blanca se pierde mucho de lo mejor del cine europeo y latinoamericano que se estrena en Buenos Aires, lo que constituye una discriminación cultural.
     Muchos de los títulos que no llegan pueden verse en DVD o en los ciclos alternativos de distintas instituciones, a las que Neifert cataloga como "verdaderos refugios culturales frente a la formularia producción de la industria de Hollywood".
* * *


     Miembro desde hace cinco años de la Asociación de Cronistas de Cine y uno de los programadores de la Universidad Nacional del Sur, Julio Uyúa enfatiza que el cine que nos mandan no apunta a la reflexión, sino al shopping , la Coca Cola y el pochoclo.
     "No estoy en contra de ese negocio, pero deben crearse más espacios y recuperar salas para un público que disfruta de la diversión y el pensamiento", argumenta.
     Uyúa opina que al cambiarse la manera de distribuir y exhibir cine, a las salas comerciales se les han impuesto metodologías y por eso sólo se ve lo que se puede.
     "El 80 por ciento del mercado cinematográfico está en poder de los exhibidores multimedios y como ellos deciden, no hay muchas posibilidades, salvo los circuitos alternativos. En Bahía Blanca, la Universidad Nacional del Sur auspicia ciclos de cine de revisión y de estrenos que no pasan por las salas comerciales", agrega.
     A tales circuitos alternativos, Uyúa los explica en esfuerzos prácticamente personales y cuestiona que Bahía Blanca no cuente con uno de los 50 espacios del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) del país.
     "En un momento se habló del cine Plaza y tendremos que aprovechar que el INCAA digitalizará 150 salas para promocionar y promover el cine argentino. Eso quiere decir que las películas se recibirán por aire".
     Uyúa también reclama un festival, tal como sucede en Mar del Plata o en ciudades más pequeñas, por caso Pinamar, Tandil u Olavarría.
Sólo los chicos y los jóvenes
     Convencido de que se apunta a una franja delimitada por los 17 y los 30 años, y que se ha dejado de lado el cine independiente, Uyúa piensa que es una metodología mundial que comenzó a plasmarse en los años 90 y que dejó paso a las salas multimedias en lugar de las grandes salas.
     "No se trata de una corriente de pensamiento, sino de una mera cuestión comercial que tiene que ver con la industria americana".
     Neifert corrobora que de las 10 películas más taquilleras de 2011, 6 son aptas para todo público y las restantes para mayores de 13 años.
     "Resulta fácil deducir que la mayor cantidad de espectadores son niños y adolescentes y, en menor medida, jóvenes y adultos. Además, muchos adultos concurren no por decisión o gusto personal, sino para acompañar a sus hijos", puntualiza.
     Esta tendencia se repite según el cuadro de las películas más taquilleras del período 2006-2011. Cuatro de ellas son de animación; 2, comedias; 2, de aventuras y 2, de acción.
El fenómeno "Crepúsculo"
     El 16 de noviembre se estrenó en todo el país la primera parte de Amanecer , el cuarto capítulo de la saga que nació con Crepúsculo y continuó con Luna nueva y Eclipse.
     Durante la primera semana de exhibición, Amanecer convocó en el país a casi 500 mil espectadores, en su gran mayoría jóvenes; en Bahía Blanca, en el mismo período fue vista por 4.800, presumiblemente también jóvenes.
     Neifert afirma que la saga Crepúsculo se ha convertido en un fenómeno cultural que ha generado una comunidad virtual denominada "Crepúsculo adicción". Sin embargo, precisa que en Bahía ninguna de las versiones obtuvo la adhesión que, por ejemplo, despertaron las sagas de Harry Potter y Los piratas del Caribe.
     Además, ninguna de las entregas aparece en el cuadro de las 20 películas más taquilleras del período 2006-2011.
Adultos que no vuelven
     Sobre la ausencia de películas europeas o latinoamericanas entre las más vistas, Neifert dice que ni siquiera aparece El discurso del rey , que, según considera, ganó merecidamente el premio Oscar de la Academia de Hollywood a la mejor película de 2010.
     "El público adulto también retacea su asistencia porque la discontinuidad en la exhibición de títulos significativos afecta la asistencia de espectadores interesados en propuestas fílmicas de mayor calidad artística. Muchos se retiran de las salas por la falta de propuestas de interés y no vuelven, mientras que los jóvenes recurren cada vez más a las nuevas tecnologías. Y esto, tarde o temprano, también incidirá sobre la crisis del cine espectáculo", asegura.
     Para Neifert, la excepción fue Medianoche en París , de Woody Allen, que se mantuvo en cartelera más de 10 semanas, pero que no reunió el número suficiente de espectadores para figurar entre las películas más vistas.
La tercera dimensión
     Neifert recuerda que en 2009 apareció en Bahía Blanca la tercera dimensión, más conocida como 3D. La ciudad tiene 4 salas equipadas con esa tecnología, aunque los exhibidores, precavidos, mantienen los equipos de 2D.
     "Según Jerry Katzenberg, dueño de la poderosa Dreamworks, exsocio de Steven Spielberg y máximo profeta del 3D, el regreso de la proyección en 3D permitirá llevar adelante una revolución que no se registraba en el cine desde el paso del blanco y negro al color, 70 años atrás.
     "Tanto Katzenberg como otros gurúes del sistema anunciaron que el 3D modificará para siempre el modo de ver el cine. ¿Será realmente el cine del futuro? No lo será mientras no se supere el incómodo uso de los famosos anteojos. Y este problema aparecerá tan pronto desaparezca la curiosidad de los chicos por tales anteojos", sostiene.
     Neifert advierte que en Hollywood existe una fuerte resistencia de muchos directores hacia el 3D y que el consagrado John Carpenter acaba de afirmar que nunca filmará en tal sistema.
     "Uno de los líderes de esa tendencia contraria al 3D es el director J. J. Abrams, que el año pasado, en el marco de un congreso, manifestó que cada vez que nos ponemos los anteojos, todo comienza a oscurecerse. Lo dijo en un sentido figurado, aunque también hay mucho de realidad, porque los anteojos reducen casi un 20% la luminosidad de las imágenes".
     A pesar de la euforia de los magnates de Hollywood, Neifert cree que el 3D no salvará al cine mientras no se supere aquella limitación técnica y que aun así, como ha ocurrido en épocas anteriores, será pan para hoy y hambre para mañana porque la tecnología sin ideas, sin historias valiosas, es simplemente eso: tecnología.
     Neifert prefiere que el dinero se invierta en buenos guiones y mejores actores, como esas películas que siguen emocionándonos en color o en blanco y negro.



Cine nacional
     Según el cuadro de los filmes que en 2011 concitaron la gran atención de los espectadores en la ciudad (datos hasta el 25 de noviembre), sólo uno es nacional y los 9 restantes, producciones enviadas por Hollywood.
     Investigador del cine argentino, Uyúa precisa que de las 170 películas nacionales estrenadas en 2011, sólo 18 se pasaron en Bahía; 12, en salas comerciales y 8, en alternativas.
     "Está el esfuerzo de la Municipalidad en el cine Plaza con un ciclo muy bueno, `Fronteras adentro', que presentó películas inéditas de directores renombrados. Fueron 4 jueves seguidos, pero con muy pocos espectadores. La continuidad y la difusión serán clave para atraer a la gente. En cambio, el ciclo del Centro de Estudios de Cine se llena todos los martes en la UNS, pero la gente ya está acostumbrada. La idea es sostener la continuidad".
     De lo que dejó 2011, Uyúa destaca a El estudiante , una película independiente proyectada en un circuito alternativo que desde septiembre lleva 15 mil espectadores, de la que cree que en una sala comercial sólo duraba 7 días.
     Respecto de la respuesta del público argentino a las producciones industriales y con grandes figuras, indica que Un cuento chino sumó 900.000 espectadores; Viudas, 377.000; Mi primera boda, 300.000; Revolución, el cruce de los Andes, 275.000; y Los Marziano, 219.000.



CINES DEL CENTRO
Un espectador-consumidor
     Vinculada con la exhibición de películas desde 1974, y al cabo de un camino marcado tanto por los cambios tecnológicos como por los del hábito del público, Nora Amodeo, de Cines del Centro, está convencida de que a la industria del cine le interesa un espectador-consumidor.
     "Se busca atraer a los jóvenes con un cine de acción-terror-ficción y, según los países, los distribuidores norteamericanos dominan entre un 50 y 90 por ciento del mercado mundial", señala.
     En un enfoque puntualmente local, dice que la mayor afluencia está dada por los jóvenes y los niños atraídos por la animación 3D.
     Respecto del cine nacional, explica que los bahienses responden masivamente ante una película atractiva; en cuanto al europeo, aclara que llega en forma esporádica por una cuestión de distribución que no sólo afecta a Bahía Blanca, sino, salvo a la Capital Federal, a todo el país.
     De todos modos, Nora Amodeo concluye que el cine y sus recorridos tienen un lugar común: los sueños.


CINEMACENTER
Lo que el público demanda
     El gerente de Cinemacenter Bahía Blanca, Martín Mauro, sostiene que los cines proyectan, dentro del material que se estrena en el circuito comercial, lo que el espectador demanda.
     "En la era de la globalización informática, el público, a través de la web, Facebook y los canales de TV, conoce, incluso antes que en los cines, qué películas se están rodando y de qué películas habla el país y el mundo. Y entonces va a ver esas películas".
     Mauro puntualiza que en la ciudad, durante 2011, se estrenaron 175 películas y que no todos han sido productos de Hollywood, sino que hubo títulos argentinos, europeos, latinoamericanos e incluso recitales.
     "Que el público prefiera determinado tipo de películas no significa que los cines no acerquen otras alternativas", señala.
     Consultado sobre la razón por la cual no se exhiben más filmes europeos y latinoamericanos, Mauro responde que las películas son propiedad de los sellos o firmas que las distribuyen.
     "Hay filmes europeos y/o latinoamericanos que no llegan al país y otros que sólo se presentan en festivales o circuitos de cine específicos que, generalmente, al haber mucha más población, desarrollan su exhibición en la Capital Federal. Hay algunas películas puntuales cuyas distribuidoras deciden no estrenarlas más allá de Buenos Aires porque la cantidad de público que concurre no cubre a veces el costo de la copia".
     Mauro también advierte que si una película cuenta con interés real del público, tanto el distribuidor como los cines, "dentro de las posibilidades, harán lo imposible para poder exhibirla".
      Sobre las preferencias de los bahienses, considera que no son distintas a las del resto de los argentinos y que las películas más vistas en la ciudad son exactamente las mismas que lideraron el ranking 2011 a nivel nacional; entre ellas cita a Cars 2, Piratas del Caribe: navegando aguas misteriosas, Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2, Kung Fu Panda 2, Río y Transformers: El lado oscuro de la luna.



Las 20 películas más taquilleras - Período 2006/ 2011
Título Año Espectadores
La era del hielo 2 2006 56.309
Avatar 2010 50.360
El secreto de sus ojos 2009 50.343
Shrek 4 2010 48.617
Los Simpson 2007 41.351
Shrek 3 2007 37.673
La era del hielo 3 2009 36.434
Toy Story 3 2010 34.993
Piratas del Caribe: el cofre de la muerte 2006 33.280
El código Da Vinci 2006 32.535
Cars 2 2011 31.866
Piratas del Caribe: el fin del mundo 2007 28.668
Piratas del Caribe: navegando aguas misteriosas 2011 26.962
Un novio para mi mujer 2008 25.741
Cars 2006 24.509
Kung Fu Panda 2008 23.972
Ratatouille 2007 23.890
Wall-e 2008 22.231
Harry Potter y la orden del Fénix 2007 22.103
Harry Potter y las reliquias de la muerte 2011 21.963


Procedencia de las películas estrenadas en Bahía Blanca Período 2006/2011
País/año 2006 2007 2008 2009 2010 2011 Total %
Totales 149 142 150 143 152 138 874 100,0
Argentina 27 16 18 16 16 13 106 12,1
Estados Unidos 93 82 91 94 104 97 561 64,2
Gran Bretaña 9 11 15 9 9 10 63 7,2
Francia 7 14 12 11 11 8 63 7,2
España 2 3 2 4 3 4 18 2,1
Alemania 3 4 - 2 - - 9 1,0
Otros países 8 12 12 7 9 6 54 6,2




Género de las películas estrenadas en Bahía Blanca Período 2008/ 2011
Género/año 2008 2009 2010 2011 Totales %
Totales 150 143 152 138 583 100,0
Drama 32 39 38 30 139 23,8
Comedia 24 27 26 25 102 17,5
Policial/acción 18 12 18 8 56 9,6
Animación 9 13 16 15 53 9,1
Terror 15 13 12 12 52 8,9
Aventuras 15 8 16 10 49 8,4
Comedia dramática 10 4 10 8 32 5,5
Suspenso 8 5 5 12 30 5,1
Ciencia ficción 5 10 4 10 29 5,0
Comedia romántica 3 6 7 3 19 3,3
Otros géneros 11 6 - 5 22 3,8


Calificación de las películas estrenadas en Bahía Blanca Período 2008/2011
Calificación/año 2008 2009 2010 2011 Totales %
Totales 150 143 152 138 583 100,0
Apta para todo público 37 52 41 35 165 28,3
Sólo apta para mayores de 13 años 59 56 70 65 250 42,9
Sólo apta para mayores de 16 años 48 31 37 34 150 25,7
Sólo apta para mayores de 18 años 6 4 4 4 18 3,1




En todo el país
42.245.000
entradas se vendieron en todo el país durante 2011. La cifra superó en un 40 por ciento la marca de 2010. El filme más convocante a nivel nacional resultó Cars 2, con 2.051.211 localidades y superó a Piratas del Caribe: navegando aguas misteriosas (1.929.457) y Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2 (1.823.869), que compartieron el podio de las favoritas.